Luego de ser bendecidas las palmas, muchos fieles las suelen colocar en algún lugar privilegiado del hogar. “Sin embargo muchas personas acostumbran colocar las palmas benditas detrás de la puerta como amuletos, las utilizan con fines curativos o para mantener alejados a los malos espíritus o a los rateros, lo cual es una superstición”, advirtió un artículo publicado en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME).
Esta creencia, aclaró el artículo, es errónea, pues “el verdadero sentido de las palmas en nuestro hogar es tener presente que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar”.
¿Qué hacer con las palmas del año anterior? El artículo sugiere –como ya se secaron-, llevarlas “a la iglesia oportunamente para que sean quemadas y emplear su ceniza precisamente el ‘Miércoles de Ceniza’, principio de la próxima Cuaresma”.
A continuación, el texto sugiere una oración para colocar las palmas benditas en casa:
Bendice, Señor, nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
Sé Tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.
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