La visita forma parte del compromiso que la USCCB desarrolla debido al aumento en el número de detenciones de menores que llegan a Estados Unidos de manera ilegal y sin acompañantes adultos desde América Central.
“Esta visita nos ayudará a hacer propuestas al Congreso, en parte debido a que varios obispos ya han dado sus testimonios en el pasado”, dijo Norma Montenegro Flyn, portavoz de la USCCB, en una nota enviada a la agencia vaticana Fides.
La delegación está encabezada por el Arzobispo de San Antonio, Mons. Gustavo García-Siller; junto al Obispo auxiliar de Seattle, Mons. Eusebio Elizondo Almaguer; el Obispo de Laredo, Mons. James A. Tamayo; y dos obispos de la iglesia Luterana: H. Julian Gordy y Michael Rinehart.
Según información de la USCCB, cerca de 68.000 familias de Centroamérica huyeron de la violencia y la pobreza en sus países de origen. Sin embargo, muchos de ellos han sido detenidos con el fin de “desalentar la migración”. “Estas familias pueden llegar a ser libres con un programa de detención alternativa, que deberá comprobar caso por caso, en una opción más humana”, subraya el comunicado de prensa.
El problema de la migración es un fenómeno que afecta a toda América Latina, en especial a Centroamérica. Los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), liderados por el arzobispo mexicano, Mons. Carlos Aguiar Retes, han llamado en numerosas ocasiones a los Estados Unidos a la solidaridad y a colaborar para buscar una solución que regule el fenómeno de la migración, que afecta a miles de familias.
Publicar un comentario