La Ley de Restauración de la Libertad Religiosa de Indiana (conocida como SB 101) fue aprobada por 40 contra 10 votos en el congreso estatal, y firmada el 26 de marzo por el gobernador Mike Pence.
Pence aseguró que en adelante la libertad religiosa está “completamente protegida bajo la ley de Indiana”.
“Tanto la Constitución de los Estados Unidos como la Constitución de Indiana dan un fuerte reconocimiento a la libertad de religión, pero hoy, muchas personas de fe sienten que su libertad religiosa está bajo ataque por acción del gobierno”, dijo Pence.
La legislación declara que los gobiernos estatales y locales no pueden “cargar considerablemente” el derecho de una persona a ejercer su religión, a menos que esté demostrado que obrar así es “esencial para promover un interés público imperativo”, y usa las formas “menos restrictivas” para fomentar ese interés.
La “carga considerable” es un concepto en la ley norteamericana que se refiere específicamente al derecho a la libertad religiosa que tiene toda persona, algo que debe ser protegido por los jueces a cargo de la administración de justicia.
Aunque la ley no tiene relación alguna con una supuesta discriminación contra los homosexuales, como afirman sus detractores, esta ha generado una gran cantidad de críticas, con diversos informes de prensa que la presentan como “anti-gay”.
Para Kellie Fiedorek, abogada litigante del grupo legal Alliance Defending Freedom, “es tan desafortunado como increíblemente deshonesto decir las cosas que están diciendo sobre estas leyes”,
“La evidencia de los últimos 20 años brinda la verdad fuerte de que lo que están diciendo es fundamentalmente falso. Hasta ayer, 19 estados y el gobierno federal tienen exactamente estas mismas leyes en los libros, y ninguna de estas terribles cosas que se están diciendo podrían haber pasado”, dijo Kellie Fiedorek a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– el 27 de marzo.
La ley de Indiana refleja la Ley federal de Restauración de Libertad Religiosa de 1993, aprobada por de forma casi unánime por el Congreso y firmada por el entonces presidente Bill Clinton.
Mientras que la ley pretendía originalmente aplicar tanto a las acciones de los gobiernos federales como estatales, la Corte Suprema sentenció en 1997 que solo sea aplicada federalmente. Posteriormente, 19 estados aprobaron sus propias versiones de la ley, aplicándola explícitamente como una ley de nivel estatal.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que era en ese tiempo un senador estatal, votó a favor de la Ley de Libertad Religiosa de Illinois, en 1998.
Poderosas empresas amenazaron con dramáticas consecuencias para el estado tras la aprobación de la ley. El jefe ejecutivo de Yelp dijo que la compañía no se expandiría en Indiana. Por su parte Marc Benioff, jefe ejecutivo de la compañía de software Salesforce, canceló eventos de la compañía en ese estado.
Tim Cook, jefe ejecutivo de Apple, criticó la ley, mientras que el presidente de NCAA (Asociación Nacional Atlética Colegial, por sus siglas en inglés) que acogerá el torneo de básquetbol colegial Final Four, advirtió que la ley afectaría a futuros eventos.
Varias celebridades también criticaron la ley, y un hacker brevemente atacó el sitio web del estado de Indiana, en una aparente venganza por la aprobación de la ley, según informó la WTHR, afiliada a la NBC.
Sin embargo, quienes respaldan la ley aseguran que los críticos están completamente equivocados sobre cómo será aplicada. Leyes casi idénticas ya están siendo aplicadas a nivel federal en más de un tercio de los estados del país, indican, y al menos dos décadas han mostrado que estas leyes han sido usadas no para discriminar contra personas homosexuales, sino para proteger los derechos religiosos.
El director ejecutivo de la Conferencia Católica de Indiana, Glen Tebbe, dijo que estaba “un poco sorprendido” por la controversia. “Parece no haber relación con lo que la ley realmente dice”.
“La ley no autoriza o promueve o en forma alguna alienta la discriminación hacia nadie. La ley está ahí para determinar cuándo los derechos entran en conflicto uno con el otro, y la mejor forma para resolver ese conflicto”.
Si la ley hubiera alentado una discriminación injusta, dijo Tebbe a CNA –agencia en inglés del grupo ACI– el 27 de marzo, “la Conferencia Católica y la Iglesia no la apoyarían”.
Tebbe alentó a los críticos de la ley a “tomar más tiempo en ver qué dice realmente la ley, para escuchar lo que expertos constitucionales y en leyes han dicho sobre ella y también para ver aquellos lugares donde la ley está en vigor y en práctica actualmente”.
Kellie Fiedorek indicó que las leyes de restauración de libertad religiosa se remontan a hace 25 años.
“Al final del día, todo ciudadano debe ser libre de vivir y trabajar de acuerdo a sus convicciones, sin miedo a que el gobierno venga y los obligue a hacer algo contrario a sus sinceras convicciones”, dijo.
Traducido por David Ramos
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