Un libro francés desentraña la técnica esotérica del eneagrama


El eneagrama no es un simple producto más en el actual mercado, saturado y algo sospechoso, del “desarrollo personal”. Lo demuestra un libro que acaba de salir a la luz en Francia, titulado Zoom Back Camera! La face cachée de l’ennéagrame, escrito por Daniel Lafargue y publicado en formato electrónico por Éditions Book-e-Book.


El eneagrama pretende englobar, e incluso legitimar, no sólo todas las técnicas de desarrollo personal, sino también las pseudociencias como la astrología, la numerología o la morfopsicología, que ya han encontrado en él su sitio, según explica el director de la colección, Henri Broch (del que extraemos estos comentarios editoriales). Este libro se propone echar una mirada sobre la cara oculta del eneagrama, como lo había (quizás) sugerido en su tiempo Alejandro Jodorowsky antes de volverse hacia otros cielos, parece, más rentables.


En efecto, a quien haya visto el film La montaña sagrada (a lo largo de la cual el eneagrama impone su presencia) no le es fácil olvidar, al final de la película, la célebre orden de Jodorowsky para extender el campo de las cámaras. Por eso Zoom back camera!, de Daniel Lafargue, sirve para descubrir un sorprendente reverso del decorado.


Con esta nueva luz, la pequeña editorial Book-e-Book, fundada en 2002, persigue lo que se parece a una verdadera aventura editorial de difusión de la Zetética, método bastante poco conocido en nuestros días –con la notable excepción del autor-compositor-intérprete Stromael– cuando Immanuel Kant en el siglo XVIII declaraba ya explícitamente: “El método propio de la enseñanza filosófica es la Zetética, como la llamaban algunos antiguos, es decir, la investigadora”.

He aquí –señala Bloch– por qué el principio básico de la editorial es poner siempre a disposición este método de investigación, y hacer de él el más extenso reparto. No para ganar cualquier “lucha por la razón”, sino por el placer de descubrir y aprender. No olvidando nunca que, como dice el adagio, más vale encender una vela que maldecir las tinieblas.


Sinopsis de la obra


Desde hace algún tiempo asistimos a una verdadera explosión del mercado del “desarrollo personal”. Las diferentes técnicas psicológicas de “comunicación” o de “conocimiento de sí mismo” florecen un poco en todas partes: en la formación profesional, en algunos medios educativos y actividades paraescolares e incluso en ejercicios espirituales. Son extremadamente numerosos. Abarcan desde la programación neurolingüística al análisis transaccional, de la hipnosis a la respiración holotrópica, pasando por la sofrología, la kinesiología…


Entonces, ¿para qué dedicar un estudio crítico sólo al eneagrama, que no parece sino un producto más en este mercado saturado y un poco equívoco o sospechoso?


Porque el eneagrama (con su aspecto innegablemente esotérico de nueve puntos equidistantes situados en un círculo y ligados entre sí por flechas, como un símbolo oculto, un sello mágico con propiedades misteriosas…) no se sitúa en el mismo plano. En efecto, la relación entre el eneagrama y las otras escuelas de desarrollo personal no es tanto de contigüidad como de inclusión: pretende englobar, incluso legitimar, no sólo todas las técnicas de desarrollo personal, sino también las pseudociencias como la astrología, la numerología o la morfopsicología, que ya han encontrado en él su sitio.


Para saber más:


- Roberto A. Federigo, “¿Un católico puede utilizar el el eneagrama?”, Aleteia, 2013.



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