Card. Poli: “Hay que superar la idea de que el otro es un adversario o un enemigo”
El purpurado porteño presidió el tedeum por el 25 de Mayo en la catedral metropolitano, escenario natural de la acción de gracias a la Patria, al que asistió el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, junto con su esposa Juliana Awada, y buena parte de su gabinete.
El cardenal Poli señaló a quienes aspiran a “echarse al hombro la patria”, como dijo el hoy papa Francisco en este templo en 2003, que el Concilio Vaticano II tiene una frase que alienta a asumirla con "grandeza de alma".
"Quienes son capaces este arte tan difícil y noble de la política procuren ejercitarla con el olvido del propio interés, luchen con integridad moral y con prudencia contra la injusticia y la opresión, y se consagren con honestidad, caridad y fortaleza al servicio de todos", puntualizó.
“Todos aspiramos a que cada vez más se achique la brecha que separa las clases sociales en la Argentina. De ahí que un progreso que se entrampa en cálculos y estadísticas, y le da la espalda a las necesidades básicas, insensible a los más débiles y vulnerables, desconociendo el tiempo y los derechos de los pobres y pequeños, corre en sentido contrario a la voluntad del mismo Dios y creador, que hizo este mundo para todos”, advirtió.
El cardenal Poli alentó a adherir a la “doctrina del semejante” que propone Dios, a fin de entender que “juntos hacemos la patria fraterna, base de una comunidad política auténtica, esto nos hace superar la idea de que el otro es un adversario, cuando no un enemigo”.
“Es necesario recuperar la imagen de la patria como una gran familia con pluralidad de opiniones. No puede ser ajena a nuestros ideales, porque responde a nuestras auténticas raíces”, sostuvo.
Tras advertir sobre pasiones “que disgregan y distancias del ideal fraterno”, recordó que el general Manuel Belgrano exhortaba a desterrar la venganza, porque "esto es de nunca acabar”.
El primado argentino destacó el hecho del paso por la catedral ayer del sable corvo de San Martín, camino a ser depositado en el Museo Histórico Nacional, y consideró que “quedó en el aire de este templo un renovado vigor del espíritu sanmartiniano: sacrificio, anegación, de no anteponer los intereses personales de la patria y el bien común…”
Por último, cardenal Poli recordó que ese momento elevó una plegaria a Dios pidiendo la “pacificación, reconciliación, justicia y progreso para nuestro pueblo”, y también rogó a la Virgen de Luján, patrona de los argentinos, por paz y progreso.+
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