“Hemos venido esta sagrada noche a la iglesia que reconocemos como un santuario, una tierra históricamente llamada santuario, en un planeta que el creador pretendía que fuera un ambiente de santuario”, dijo el Purpurado en su homilía la noche del jueves 26 de enero en Washington D.C.
“¿Para qué hemos venido? Para recuperar la creencia de que el vientre de la madre es el primer santuario, donde un indefenso, inocente, frágil y pequeño bebé está a salvo, seguro, nutrido y protegido”, expresó.
El Arzobispo cuestionó “¿cómo alguno de nosotros puede estar a salvo, alguno puede reclamar un santuario en cualquier parte cuando el primer y más significativo santuario de todos ellos, que es el vientre materno protegiendo una pequeña vida, puede ser invadido y destruido?”.
El Cardenal Dolan explicó que una gran cantidad de males se producen si el aborto prevalece.
“Debería impactarnos amigos, como el Papa Francisco pide en su examen global de conciencia, que una cultura que violentamente se introduce en la vida del bebé en su santuario o en el vientre de su madre pierda pronto su reverencia por los lugares que Dios pretendió instaurar para que sean seguros y nutran”.
“¿Esta es la sociedad que tratará el santuario del ambiente de la tierra como un lugar de desechos tóxicos? ¿Comenzará a considerar los hogares y barrios como peligrosos en lugar de santuarios donde las familias son protegidas y acogidas? ¿Comenzará a aproximarse a los pobres como si fueran una molestia en lugar de hermanos? ¿Cargaría a los moribundos con culpa sólo porque estos quieren pacífica y pacientemente saborear cada día hasta que Dios se los lleve, en vez de presionarlos a suicidarse?”, se preguntó.
“Así que esta tarde, en este santuario, te rogamos querido Dios, por todas esas seguridades y para que nos des valor esta noche. Tenemos confianza en lo sagrado de este santuario, el santuario que quisiste que sea esta tierra, esta vida, tu Iglesia, que ha de ser el vientre para proteger a tus hijos y te confiamos todos nuestros esfuerzos para defender su sacralidad, el santuario de la misma vida humana”, concluyó.
El Cardenal Dolan celebró la Misa junto con otros cuatro cardenales, 40 obispos, 320 sacerdotes y 90 diáconos. También estuvieron 545 seminaristas y se estima que asistieron 12 mil personas.
Tras la Misa hubo durante 14 horas una vigilia de oración por la vida donde se realizaron confesiones, horas santas y se expresaron diversas devociones. Esta concluyó a las 7:30 a.m. de este viernes 27 de enero con la Misa celebrada por el Arzobispo de Nueva Orleans, Mons. Gregory Aymond.
Traducido por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en CNA.
También te puede interesar:
Estados Unidos: Cientos de miles participan en Marcha por la Vida en Washington D.C. @MarchforLife #WhyweMarch https://t.co/vX863BJIKc
— ACI Prensa (@aciprensa) 27 de enero de 2017
Publicar un comentario