Da de Corazón… Cáritas

En este México que hemos construido con afán y también con desidia, es frecuente toparnos con demasiada gente pobre que va al día; millones de personas que viven con multitud de carencias, incluso las más elementales. Por contraparte, hay  algunos grupos selectos que lo tienen todo y que frecuentemente se ven impulsados a ejercer la caridad con una generosidad notable entre los distintos estratos sociales; incluso individuos de diferentes credos religiosos.
Por desgracia, en nuestra Nación, dolorosamente empobrecida en más de la mitad de su población, a más de 60 millones de mexicanos les hacen falta satisfactores básicos. Desde los ajustes salariales, oportunidades de trabajo, una educación que trasforme y muchas cosas más. Mientras tanto, tenemos una clase política que goza en el hartazgo de sueldos y prestaciones y hasta el manejo selectivo de las Leyes que, repetidas veces, son proclives al mejor postor.
En una Sociedad así,  urgen, se requieren personas, instituciones que nivelen el fiel de la balanza en cuanto a oportunidades; con organización e inteligencia. Pero, sobre todo, buscar remedios para situaciones extremas. El alma mexicana siempre se ha distinguido por un sentido profundo de solidaridad; incluso se dice que los que menos tienen están más prestos a extender su mano a los necesitados. Hoy se necesita trabajar con mayor entrega y esperanza en este mundo de gente que todavía tiene algo para compartir.
Caritas es una Institución eclesial, ya extendida en muchos países del orbe, incluso entre hombres y mujeres de distintas religiones. La iniciativa viene desde la invitación evangélica de Jesús para practicar las Obras de Misericordia. Al presente, hay una fuerte organización, “Caritas Internationalis”,  que se va desmembrando  en distintos niveles, naciones, Diócesis, grupos parroquiales. Hay, por supuesto, muchísimas personas, sin credo alguno,  que hacen el bien y ayudan a los necesitados sin ostentar bandera alguna.
En este Domingo de Cuaresma, en nuestra Arquidiócesis, que hoy coincide con la Fiesta de Señor San José, Cáritas celebra su día de una manera singular. Es, sobre todo, para impulsar conciencia en todo ser humano y para todo el año. No hay que olvidar una de las consignas de Cáritas Guadalajara: “Si todos nos damos la mano, no habrá manos pidiendo pan”.
Cabe anotar que en indistintos lugares de esta gran Metrópoli, como también en pueblos de la Arquidiócesis de los Estados de Zacatecas y Nayarit, operan organizaciones elementales, Grupos de las Cáritas Parroquiales. Por supuesto que todos debemos tener un mínimo de sensibilidad humana en cualquier situación para ayudar a nuestros prójimos desprotegidos. Cáritas pretende ser una Institución con recursos para este fin.
Dejemos libres las manos de ataduras y egoísmos; ojalá que cada día le diéramos la oportunidad al  corazón  para ser generosos. Entre numerosos fieles, y por supuesto en casi todos los Grupos Parroquiales de Cáritas, hay iniciativas valiosas y organizadas para  promover la ayuda a los más necesitados.
La tarea no es fácil, y sin embargo la fe cristiana nos impele a vivir en nuestro entorno con un espíritu de generosidad, de preocupación solidaria, especialmente en favor de  aquellos que carecen de lo indispensable.

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