México
El sábado 18 de febrero se llevó a cabo en Guadalajara, en el Templo de Cristo Sacerdote, una Misa de Acción de Gracias por el Decreto de Venerabilidad del Padre Pablo María Guzmán, MSpS (Misionero del Espíritu Santo), nacido el 25 de septiembre de 1897 en el Estado de Guanajuato.
Siendo joven, Pablo trabajó como telegrafista en el Estado de Querétaro. Al salir del Seminario Menor, a causa de la cruda persecución religiosa que se resentía en todo el país, optó por inclinar su vida hacia el matrimonio, siendo novio de la Srita. María Esther López.
Posteriormente, se interesó en la industria farmacéutica y, con la ayuda de su papá, logró abrir una farmacia.
De manera inesperada, Dios lo llamó para que fuera Sacerdote, lo cual se volvió aún más evidente tras conocer al Venerable Siervo de Dios, Padre Félix de Jesús Rougier, quien lo invitó a formar parte de la naciente Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo, que él había fundado en 1914, llegando a ser uno de los pilares más importantes de esta obra por su testimonio de santidad.
El 20 de noviembre de 1936, junto con la Srita. Enriqueta Rodríguez Noriega, fundó la Congregación de Misioneras Eucarísticas de La Santísima Trinidad (MESST), para luego fundar, el 25 de diciembre de 1937, la rama seglar, llamada Misioneras Auxiliares Hijas de la Soledad de María.
Murió el 17 de febrero de 1967.
Durante la Misa de Acción de Gracias, el Padre Eduardo Ramos, Superior Provincial de los Misioneros del Espíritu Santo, destacó que el Padre Pablo fue un hombre de visión: “Realizó la mayor parte de su ministerio antes del Concilio Vaticano II, y ya soñaba con la Iglesia del Vaticano II, con una Iglesia Misionera, y no se arredró, y no se hizo chiquito cuando su ilusión era llegar a China y fue la primera Comunidad de las Misioneras Eucarísticas de La Santísima Trinidad (MESST) que salió fuera de México. Así, fue a China y luego a Japón, a Perú y a Bolivia”.
Terminada la Eucaristía, hubo un encuentro para seguir profundizando el espíritu en la obra del Padre Pablo, quien fue declarado Venerable el 13 de junio de 2016 por el Papa Francisco (SGCR).
Sufrió llaga cancerosa por 27 años, y ahora se acerca a los Altares
México
CIUDAD
DE MÉXICO- El lunes 27 de febrero, el Papa Francisco aprobó el Decreto que reconoce las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Padre Antonio Repiso Martínez de Orbe, Sacerdote Jesuita, Fundador de la Congregación de las Hermanas del Divino Pastor.
Con esta aprobación, que reconoce que el Sacerdote vivió en grado heroico la fe, la esperanza y la caridad, su Causa queda a la espera de la realización de un milagro por su intercesión para poder proceder a su Beatificación.
Antonio Repiso del Orbe nació en Venta de Córdoba, Estado de México, el 8 de febrero de 1856.
Cuando tenía 12 años murió su madre, y dos años después se inscribió en el Seminario, contrariando la voluntad de su padre.
Fue ordenado Sacerdote el 20 de marzo de 1881, y 12 años después decidió entrar a la Compañía de Jesús. El 18 de septiembre de 1895 hizo los votos como Jesuita.
Después del noviciado fue enviado a Oaxaca, donde fundó la Congregación de Hermanas del Divino Pastor el 14 de enero de 1900.
Se preocupó por la administración de los Sacramentos y dedicó muchas horas de su jornada diaria a la Confesión.
Fue en esta época en la que le apareció una pequeña llaga cancerosa que, con el tiempo, cubrió toda su espalda, lo que le causó muchos sufrimientos y finalmente lo llevó a la muerte.
Era muy devoto de la Virgen de Guadalupe; rezaba mucho y solía dormir en el suelo sobre una tarima. Murió santamente el 27 de julio de 1929 en León, Guanajuato (ACI).
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