Hace unos días, compré unas salchichas vegetales de la marca Granovita. Las compré por reducir la ingesta de carne (hay que pensar en los pobres cerditos) y no tomar colesterol.
Y hoy, al abrir el bote, me encuentro con que tienen un 6,2% de grasas saturadas. ¡Un 6,2%! Increíble. ¿Para eso he comprado estas salchichas que saben a “cosa rara”? ¡Si lo llego a saber me hubiera comprado un auténtico chorizo de pechuga de pavo! Marca Hacendado, 6,2% de grasas saturadas. Pero para leer la letra pequeña hay que acercar una lámpara y coger una lupa de las grandes.
He grabado la escena de mi enfado:
Esas salchichas saben peor que la comida a bordo de 2001, Odisea en el espacio. El chorizo bajo en colesterol sabe delicioso. Pues lo siento por los cerdos. Pero nunca más marca Granovita. Aunque más bien debería decir que lo siento por los pavos.
Y como lea la letra pequeña igual son pavos mutantes siberianos.
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