¿Qué economía es esta que promete progreso, desarrollo y sólo trae destrucción, contaminación de la naturaleza y muerte? Angustiados por esta realidad, causada por las mineras y otras empresas extractivas, los obispos de nuestra América Latina, se han pronunciado en defensa de las comunidades afectadas y de la naturaleza. Siguiendo las reflexiones del papa Francisco, nos dicen en su Carta Pastoral: “Tenemos una economía que no piensa en la gente y mucho menos en la naturaleza”. Gracias a la iniciativa de la Red Iglesias y Minería, la Carta Pastoral del CELAM: Discípulos Misioneros Custodios de la Casa Común, puede ser escuchada en 22 programas de radio. Inspirada en la Encíclica Laudato Si, esta Carta es un urgente llamado a cuidar y defender este planeta Tierra que es creación de Dios.
Los obispos hablan claro y sin medias tintas: “Los testimonios de muchas comunidades afectadas por las actividades extractivistas que hemos recibido, nos muestran con claridad de que dentro del esquema tecnocrático que garantiza máximas ganancias no hay lugar para pensar en los ritmos de la naturaleza, gravemente afectados por la intervención humana.”
Cambio radical en la comprensión y la práctica de la economía
En el décimo quinto programa de la Red Iglesias y Minería se hace hincapié en la necesidad señalada por el Papa Francisco de “una ecología económica, capaz de obligar a considerar la realidad de manera más amplia”. “El mercado requiere de un marco ético para que se garantice el desarrollo humano integral, el desarrollo sostenible y la inclusión social. Por sí mismo el mercado no lo hace (ver LS 109)”.
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