“Están vigilados” y “con la paz no se juega” escribieron los desconocidos, aunque con faltas ortográficas, en las paredes de la capilla de la comunidad Cuatro Esquinas.
“Son pintas que además de transmitir violencia, quisieran incitar a la violencia. También ofender a la Iglesia. Nosotros no nos sentimos ofendidos y nunca vamos a responder al mal con el mal, sino que siempre se hará como el Evangelio lo manda con la fuerza del bien”, expresó el Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, a la prensa local.
En sus declaraciones, difundidas este 22 de diciembre, el Prelado dijo que “quiero pensar que los líderes superiores de estos grupos no saben de estas cosas, se les escapan, pero sí podrían mandarlos para que como acto de buena voluntad pinten la capillita”.
Desde que comenzó la crisis social y política en Nicaragua en abril de 2018, grupos afines al Gobierno de Daniel Ortega han hostigado y atacado a miembros de la Iglesia, sean laicos, sacerdotes, obispos, e incluso al Cardenal Leopoldo Brenes y al Nuncio Apostólico, Mons. Waldemar Somertag.
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