Mons. Virginio Bresanelli, obispo de Neuquén, presidió la Santa Misa e indicó a los fieles presentes que “la Iglesia está llamada a recordarnos que toda frontera aunque sea civilmente necesaria, no ha sido creada por Dios. Él creó el universo sin linderos, creo la tierra para todos. Hizo esta hermosa naturaleza para que todos la gusten y la usen con respeto. Queridos hermanos creo que la palabra paz que está significando este Cristo en la cruz, nos recuerda a nosotros un programa de vida y una forma que nosotros tenemos que querer para nuestros pueblos de Chile y Argentina”.
Un mismo sentir que manifestó el Padre Obispo de Villarrica, Mons. Francisco Javier Stegmeier quien concelebró la Santa Misa junto al padre Juan López, párroco de Curarrehue. El obispo chileno instó a los peregrinos “a ser promotores de este encuentro binacional, por eso invitemos a nuestros vecinos y familiares, a nuestros hermanos de comunidad católica cristiana para que aquí expresemos que somos hermanos en Jesucristo”. Mons. Stegmeier también recordó a los fieles el importante legado de los beatos del sur, que comparten sus orígenes chileno- argentinos, refiriéndose especialmente a Laurita Vicuña y a Ceferino Namuncurá.
Los pastores del sur se mostraron especialmente contentos por la alta convocatoria de la Eucaristía, que refleja el sueño de Dios de ser un solo pueblo unido por el vínculo del amor. Orando especialmente por la salud de los enfermos y sus familias, por la paz en Latinoamérica y el ministerio del Santo Padre Francisco.
Al finalizar la Santa Misa, los fieles disfrutaron de bailes folclóricos y compartieron fraternalmente el almuerzo. Acordando lo que será el próximo encuentro de 2015 que tendrá como novedad un cambio en su fecha tradicional, fijado para el primer domingo de marzo.
Fuente: Comunicaciones Villarrica
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