Opción económica y ecológica
Salvador Y Maldonado Díaz
TENAMAXTLÁN, JAL.- Ante el incremento de los precios de los insumos energéticos usados en la agricultura de maíz y otros granos, hay alternativas para reducir drásticamente los costos. Un ejemplo: puede obtenerse un ahorro de 80 litros de diésel por hectárea a través de un paquete tecnológico ya validado entre usuarios de los Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura, del Banco de México (FIRA).
Así lo informó el asesor técnico de la Residencia en Jalisco del FIRA, José Acevedo Vargas, quien refirió que este paquete supone adaptaciones específicas en la maquinaria agrícola y análisis precisos para cada región y tipo de suelo, de modo que se optimicen los costos en varios puntos determinantes, como densidad de semillas, además del empleo de fertilizantes y herbicidas, que llevan a un menor empleo de la maquinaria, y con ello se reduce el consumo de combustibles, como se ha comprobado en el Municipio de Tenamaxtlán, por citar uno de muchos ejemplos del agro jalisciense.
Con un precio de 17 pesos por litro, luego del famoso “gasolinazo”, el ahorro por hectárea es de 1,360 pesos para el Centro de Jalisco.
Precisó que el paquete también plantea, a través de la reducción del movimiento de tierras, la siembra del maíz en una pradera viva, lo que permite, luego de la cosecha, obtener una fuente de nutrición del ganado.
Por añadidura, este esquema también induce a la recuperación de la biodiversidad, lo cual acarrea el recuperar vegetación nativa útil, como las plantas de trébol, y de fauna benéfica, como las lombrices.
Resaltó el especialista que el ahorro sustancial se genera en la preparación de los suelos y en las tareas del ciclo del cultivo, puesto que incide en varias ventajas como el arropamiento de la humedad en la tierra, y el menor empleo de semillas y herbicidas.
Ahorro ganancioso
En el tema de las semillas, indicó que este enfoque ha replanteado una densidad óptima de semillas por hectárea, algo que, por las falacias de la mercadotecnia de las empresas semilleras trajo difusión de recomendaciones inadecuadas, y eso derivó en gasto improductivo.
Así, el uso de semillas de más de 100 mil unidades por hectárea, recomendado por algunas firmas semilleras, con base en estudios técnicos precisos se ha reducido en un rango de entre 50 mil y 70 mil unidades (según fertilidad del terreno), con ventajas económicas y de otro tipo, como una mejor sanidad de las plantas y un mayor peso de los granos por un mayor tamaño de las mazorcas, en beneficio del productor.
Acevedo Vargas hizo énfasis en que este paquete, promovido desde hace varias décadas por FIRA, va encaminado a una labranza mínima de los suelos, la que incluso puede ser nula, con el fin de facilitar el equilibrio físico-químico de la tierra, y el cual puede alterarse por exceso del paso de la maquinaria, en el caso de las pendientes elevadas; o bien, por uso inadecuado de agroquímicos.
EL DATO
En una superficie de 100 mil hectáreas, el ahorro sería de 8 millones de litros; un ahorro de 136 millones de pesos, con un energético a 17 pesos el litro.
Cabe apuntar que la región de Tenamaxtlán produce panelas de exquisito sabor por la calidad de su leche.
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