El primer Papa latinoamericano de la historia fue ordenado en diciembre de 1969 y después continuó su formación en España entre 1970 y 1971. Dos años más tarde realizó su profesión perpetua como jesuita.
Entre 1972 y 1973 fue maestro de novicios en Argentina, en la localidad bonaerense de San Miguel, donde también ejerció de profesor de la Facultad de Teología, consultor provincial de la Orden y Decano del Colegio. El 31 de julio de ese año fue elegido Provincial de los jesuitas en Argentina. Tenía entonces 37 años.
El 22 de abril es una fecha tradicional en que los jesuitas pronuncian votos definitivos tras concluir su formación religiosa, pues ese día, en 1542, San Ignacio de Loyola –fundador de la Compañía de Jesús– y sus primeros compañeros pronunciaron en Roma su profesión solemne después de que el Papa Pablo III aprobase la nueva orden.
San Ignacio de Loyola y sus compañeros hicieron su profesión en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, en aquel tiempo era la Basílica Papal puesto que San Pedro aún se hallaba en construcción, ante una imagen de la Virgen María.
El Papa Francisco rezó ante esa misma imagen al final de la Misa durante su primera visita a la Basílica el domingo 14 de abril de 2013, una semana después de haber tomado posesión como Obispo de la diócesis de Roma.
También te puede interesar:
Hoy se cumplen 4 años de la elección del Papa Francisco https://t.co/36VE7y5MIV
— ACI Prensa (@aciprensa) 13 de marzo de 2017
Publicar un comentario