Yara Martínez González
Que la experiencia espiritual del encuentro con Cristo, siempre nos anime y nos impulse para considerar a los demás como nuestros hermanos, especialmente a los que más sufren, invitó el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, durante la Misa en honor a Santo Domingo, fundador de las Dominicas de la Orden de Predicadores.
En la celebración que se llevó al cabo en el Templo de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, y en la que participaron religiosas del Monasterio de Dominicas de la Orden de Predicadores de Santa María de Gracia, el Purpurado destacó que debemos descubrir la grandeza de nuestra fe, del amor de Dios sin ser indiferentes a los problemas de nuestro tiempo.
“Los Santos tienen una experiencia profunda, mística de Jesucristo, de Dios, pero los verdaderos Santos, nunca se han refugiado en esta experiencia como para olvidarse de la realidad del mundo, Santo Domingo, nos da ese ejemplo (…) no se enclaustró en su espiritualidad para ser ajeno a la realidad y los problemas, dijo, los vamos a combatir con la predicación, con la propuesta, con la enseñanza de la verdadera doctrina, para que los hombres vuelvan a redescubrir el proyecto de Dios, el plan de Dios, enderecen su vida y no vivan más en el error”.
La Orden de Predicadores se divide en varias ramas: frailes, monjas, congregaciones de hermanas, seglares en fraternidad, grupos de jóvenes, institutos seculares y sacerdotes seculares en fraternidad. Cada una tiene carácter propio y autonomía, sin embargo, todas participan del carisma de Santo Domingo.
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