Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano
Los Obispos del Perú celebran el 198 aniversario de la independencia nacional, con un mensaje al pueblo “marcado por la alegría de los juegos panamericanos” que se están llevando a cabo en la capital desde hoy, 26 de julio, hasta el 11 de agosto y que convoca a 41 países de América en 39 deportes. El aniversario, escriben los prelados, «trae también el compromiso de una mirada particular hacia nuestra Amazonía y reconoce los notables esfuerzos de los diversos sectores sociales por la justicia, la paz y el cuidado de la Creación». Los obispos comparten seguidamente sus «preocupaciones y esperanzas por un Perú en que florezca la vida y la vida en abundancia».
Educación, alimentación y vivienda
Entre las mismas enumeran la necesidad de un mayor esfuerzo por una educación de calidad para todos, destacan los logros en la lucha contra la anemia y la desnutrición, pero señalan que aún falta «atender y eliminar las causas», y en ese sentido, hablan de la necesidad de «culminar las políticas y el presupuesto necesarios para la atención de los afectados».
Por otra parte manifiestan la urgencia de avanzar con decisión en la reconstrucción de las poblaciones damnificadas a causa del fenómeno del Niño costero, para que se permita a las familias «vivir una vida digna y con normalidad».
Cambio climático, extractivismo y justicia social
«Las consecuencias de los fenómenos naturales – escriben sucesivamente – nos llevan a hablar de la responsabilidad que debemos asumir frente al cambio climático. Por consiguiente, se necesita con urgencia la adopción de políticas y comportamientos que promuevan los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo sostenible. La acción para combatir el cambio climático es fundamental para erradicar la pobreza, el hambre y la desnutrición».
Seguidamente señalan el regreso de los conflictos socio ambientales, producto de actividades extractivas, entre cuyas causas se encuentran «la falta de cumplimiento de los acuerdos alcanzados y compromisos asumidos, así como la falta de institucionalización de los diversos mecanismos de diálogo». A este respecto recuerdan lo indicado por el Romano Pontífice, quien afirmase que en la mesa de discusión «deben tener un lugar privilegiado los habitantes locales».
Eliminar el cáncer de la corrupción
Al final del mensaje valoran los esfuerzos que se están haciendo para «vencer el cáncer de la corrupción y lograr la reforma del sistema de justicia y del sistema político», y realizan un llamado «a todos los actores involucrados en estos temas a seguir trabajando por establecer un verdadero cambio que permita a los ciudadanos recuperar la confianza en la justicia y en la política, pilares fundamentales de nuestro Estado de Derecho».
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