El Papa Francisco quiso mostrar su solidaridad y cercanía a las personas afectadas con un mensaje pronunciado al finalizar el rezo del Ángelus este domingo 16 de enero en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“Deseo permanecer cercano y rezar por las personas enfermas por el virus que se ha difundido por China. El Señor acoja a los difuntos en su paz, consuele a las familias y sostenga el gran esfuerzo de la comunidad china, que ya trabaja para combatir la epidemia”, dijo el Santo Padre.
Según las autoridades sanitarias chinas, el virus es altamente contagioso, por lo que el número de afectados seguirá creciendo. Los científicos chinos han conseguido aislar el virus y ya trabajan en el desarrollo de una vacuna, cuya efectividad se espera alta debido a la ausencia de mutaciones del virus.
La ciudad en la que inició la epidemia, Wuhan, se encuentra bloqueada para evitar la propagación del virus. Otras ciudades, como Xian o Shantou, han decretado cierres parciales de sus accesos o de sus servicios de transportes.
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