Así los señaló al finalizar su catequesis en la Audiencia General de este miércoles 29 de enero celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En el saludo a los peregrinos de lengua polaca, el Pontífice hizo este pedido con motivo de la celebración de la Presentación del Señor y de la Jornada de la Vida Consagrada, que se celebrará el próximo domingo 2 de enero.
Con motivo de la celebración de esa Jornada, el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, Mons. José Rodríguez Carballo, señaló, en una entrevista publicada por L’Osservatore Romano este miércoles 29 de enero, que los consagrados deben ser “antorchas para quienes caminan en medio de las tinieblas”.
“La vida consagrada está llamada a mantener encendida la lámpara del profetismo, convirtiéndose en faro para quien está desorientado en altamar, antorcha para quienes caminan en medio de las tinieblas, centinela para quienes no ven una salida en la vida”, afirmó.
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