El coronavirus o 2019-nCoV, genera una enfermedad similar a la neumonía y fue detectado en el país asiático en diciembre, en la ciudad de Wuhan. Según detallan medios internacionales, esta extraña neumonía se habría generado en un mercado de carne y pescado, donde también había animales vivos, como reptiles y roedores.
El 30 de enero, la OMS declaró una emergencia internacional a causa virus que ha provocado la muerte de más de 200 personas y más de nueve mil casos de infección en todo el mundo.
Según señala UCA News, las iglesias en Hubei han sido cerradas este domingo, y otras dos provincias anunciaron la prohibición de los servicios religiosos, uniéndose a las medidas tomadas por las ciudades de Wuhan, Hankow y Wuchang, la semana pasada.
Se espera que en el pasar de las semanas más ciudades se unan a esta medida, que responde a la cuarentena instaurada a la provincia de Hubei para evitar la propagación del virus.
Los grupos de derechos humanos han rechazado los controles que han impuesto las autoridades chinas, especialmente a la fuerte censura que ejercen a la información relacionada al coronavirus.
Debido a esta censura, la respuesta del gobierno chino al brote de esta extraña neumonía se retrasó al retener información al público, informar menos casos de infección, minimizar la gravedad y descartar la probabilidad de transmisión entre humanos, según un informe emitido el 30 de enero por Human Rights Watch (HRW).
“Desde mediados de enero, las autoridades han adoptado un enfoque más agresivo, poniendo en cuarentena a 50 millones de personas en un esfuerzo por limitar la transmisión desde la ciudad de Wuhan en la provincia de Hubei, donde se originó el virus, al resto de China”, señaló el grupo.
Además, HRW resaltó que “las autoridades detuvieron a las personas por ‘propagar rumores’, censuraron las discusiones en línea sobre la epidemia, limitaron los informes de los medios y no lograron garantizar el acceso adecuado a la atención médica para aquellos con síntomas de virus y otros con necesidades médicas”.
Las provincias de Jiangxi, Shanghai, Zhejiang, Longgang y el condado de Cangnan han emitido avisos de emergencia suspendiendo reuniones.
“El Señor acoja a los difuntos en su paz, consuele a las familias y sostenga el gran esfuerzo de la comunidad china, que ya trabaja para combatir la epidemia”, rezó el Papa Francisco por las personas en China durante el Ángelus este 26 de enero.
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