En concreto, Bruni refirió que algunos “eventos previstos para los próximos días en lugares cerrados y con una importante afluencia de público” dentro del Vaticano “han sido pospuestos”. Como, por ejemplo, la presentación de un libro que estaba programado para la tarde de este martes en la Pontificia Universidad Urbaniana en la que participarían los cardenales Pietro Parolin, Luis Antonio Tagle y Fernando Filoni.
Sin embargo, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede señaló que esta decisión “no perjudica la celebración de la Audiencia General del miércoles 26 de febrero” que el Papa Francisco presidirá en la Plaza de San Pedro.
Además, Matteo Bruni dijo a Vatican News que la Santa Sede decidió habilitar el servicio sanitario “con un enfermero y un médico de guardia para la asistencia inmediata en el dispensario del Vaticano en el caso de pacientes con síntomas atribuibles al coronavirus”, así como también la instalación de “dispensadores con desinfectantes de manos” en las oficinas en las que se permite el acceso a la Ciudad del Vaticano.
De este modo, el personal sanitario del Vaticano pondría en marcha si se confirma algún caso de COVID-19 -por el momento no detectado- “los procedimientos previstos en los acuerdos con el Ministerio de Salud italiano”, ya que “la dirección de salud e higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano está en constante contacto con la Región Lazio y con el grupo de trabajo del Ministerio de Salud”, por lo que seguirá difundiendo “las recomendaciones que se le hagan".
Publicar un comentario