Vargas se presentó el 3 de diciembre en la tercera jornada de ponencias sobre el proyecto de legalización del aborto ante las comisiones de Salud, Legislación Penal, Legislación General, Mujeres y Diversidad, Acción Social y Salud Pública.
La experta en bioquímica y biología molecular recordó “que en el proceso de la fecundación se origina un ser viviente de la especie humana”, que “el embrión humano es un organismo y no solamente un conjunto de células”, como suelen afirmar los abortistas, y por último “que el término concepción biológicamente corresponde al proceso de fecundación”.
“Debemos ser honestos intelectualmente como profesionales. Cuando hablamos de un embrión y de un feto humano estamos hablando de un ser humano en una etapa de máxima vulnerabilidad y como tal merece todo nuestro cuidado”, aseguró.
Vargas precisó “que el embrión humano no es un fenómeno, si no que el embrión humano es un nuevo ser humano en desarrollo, es decir es un nuevo individuo de la especie humana en su primera etapa de vida”.
También respondió con firmeza al ministro García que calificó de “fenómeno” a los bebés en el vientre materno y que luego aseguró que el aborto sería el “mayor genocidio universal” de la historia si hubiesen dos vidas en juego.
“Antes del nacimiento, el desarrollo de todo ser humano abarca dos etapas: la embrionaria y la fetal”, continuó Vargas.
“La etapa embrionaria comprende las ocho primeras semanas de desarrollo de cualquier ser humano, mientras que la etapa fetal comprende las 30 semanas posteriores”.
“Es verdad que el embrión humano en su primer día de desarrollo está formado por una célula, por dos células llamadas blastómeras en el segundo día y por miles de células cuando está terminando la octava semana de desarrollo”.
“Pero afirmar que el embrión humano es solamente un conjunto de células es una verdad a medias, o mejor dicho un error, porque la genética, la epigenética y la biología molecular nos demuestran que el embrión humano es un organismo, es decir, ‘un ser viviente compuesto por partes capaces de realizar ciertas funciones coordinadas’” según la definición del Diccionario Enciclopédico de Medicina de León Braier.
“Es decir, que el embrión humano está formado por células, de la misma manera que todos los presentes estamos formados por un conjunto de células que constituyen un organismo llamado ser humano”, agregó Vargas.
El cigoto, “que es el nombre específico que recibe el embrión unicelular, no es solamente una célula viva como es una neurona, un espermatozoide o un ovocito. El cigoto es un organismo unicelular y no reconocerlo implica una falencia en los conocimientos embriológicos”, afirmó la médico.
En ese sentido, “es fundamental marcar la diferencia entre un organismo (inclusive unicelular como el cigoto) y un conjunto de células”
“Un organismo es un ser autónomo que tiene la capacidad de autorregularse y en el que las células que lo conforman actúan de forma interdependiente y coordinada en función del todo”.
“Si evaluamos en función del tiempo un conjunto de células, como por ejemplo las células de nuestra piel, observaremos que hoy, mañana y pasado siguen y seguirán siendo solamente células de la piel, mientras que, si observamos en función del tiempo a un embrión, que es un organismo, veremos que sigue desarrollándose conforme al genoma propio, que es mucho más que la suma del genoma materno y paterno, y que luego llegará a la etapa de feto, neonato, niño y adulto”, precisó la experta en embriología.
Asimismo, “para poder desarrollarnos en nuestra vida prenatal, los seres humanos necesitamos que exista la placenta que es un órgano formado por tejidos maternos y embrionarios”.
Pero “debe quedar en claro que el embrión humano no es un órgano o “casi como un órgano” de la mujer, como mencionan algunas personas alejadas de la embriología, lo cual se demuestra fácilmente haciendo un estudio genético”, aseguró Vargas.
“Tengamos presente que en la etapa embrionaria y fetal necesitamos un ambiente adecuado para desarrollarnos, de la misma manera que todos los presentes necesitamos de un ambiente adecuado para vivir y desarrollarnos”.
“Pero es fundamental mencionar que la dependencia de la madre no anula la autonomía biológica del embrión humano como individuo”.
Así, “la capacidad de autorregulación del embrión humano queda demostrada de manera rotunda en el hecho de que el desarrollo de ese nuevo ser ocurre de manera similar en dos ambientes tan distintos como es la trompa uterina en una fecundación in vivo o un recipiente de plástico en una fecundación in vitro”.
La doctora Vargas explicó que a los alumnos de medicina se les enseña que deben entregar “de manera clara y precisa toda la información respecto a su condición de salud o enfermedad”.
“Si ocultamos información, los pacientes no son libres ni responsables de las decisiones que toman y somos cómplices del paternalismo médico”.
En esa línea, “debemos ser honestos con nuestros pacientes y explicarles a las mujeres gestantes que el embrión es un ser humano y no un conjunto de células”.
“Debemos ser honestos con nuestros pacientes y mostrarles las ecografías obstétricas y dejarles oír los latidos cardíacos embrionarios o fetales para que tomen conocimiento de la realidad”.
“Cuando atendemos a una mujer embarazada, tenemos a nuestro lado dos pacientes, la madre y la persona por nacer y nuestro deber como médicos es respetar y cuidar a los dos”, finalizó Vargas.
Debate del proyecto de legalización del abortoLas sesiones informativas acerca del proyecto de legalización del aborto se realizaron del 1 al 3 de diciembre en forma online, con la participación de 70 expositores a favor y en contra de la práctica antivida.
El viernes 4 de diciembre continuó la discusión entre diputados y se determinó que el miércoles 9 se firme dictamen para debatir el proyecto de la legalización del aborto, al día siguiente,en el pleno de la Cámara de Diputados.
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