, 18 Ene. 21 (ACI Prensa).- Debido a las limitaciones del culto religioso en el contexto del COVID-19, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile indicó que sigue en diálogo con las autoridades para recuperar lo antes posible el “carácter comunitario de la fe” en los templos.
“Seguiremos en diálogo con las autoridades para ayudar a que los creyentes podamos reencontrarnos lo antes posible. No buscamos ningún privilegio y sabemos que es la autoridad sanitaria, escuchando a los expertos de la salud y a los grupos afectados, la que mejor puede ponderar las medidas para el conjunto de la sociedad”, indicaron en una carta pública el 17 de enero.
En ese sentido, invitaron a las comunidades “a perseverar en la oración, a actuar con humildad y respeto, y a no dejarnos llevar por la impaciencia ante la grave situación que nos aqueja”, sostuvieron los Obispos.
La carta del Comité Permanente surge a raíz del malestar de personas por la reducción del aforo permitido en las celebraciones Eucarísticas.
Si bien se han flexibilizado las medidas sanitarias para la industria del turismo, el comercio, el transporte, entre otros ejemplos, “casi no se ha hablado del grave daño que se le hace a la sociedad cuando se la separa de su dimensión trascendente”, “la celebración pública de la fe es una actividad esencial, no una meramente recreativa o social”, expresó el periodista y académico, Juan Ignacio Brito el 31 de diciembre en el diario El Mercurio.
En Chile existen 669 mil contagios por Covid-19 y unos 17 mil fallecidos.
En ese contexto, el gobierno ha establecido cuatro etapas para enfrentar la pandemia según la situación de cada zona.
Cada etapa, desde la cuarentena total hasta la apertura avanzada, tiene sus restricciones y obligaciones específicas, y se evaluarán de acuerdo a indicadores epidemiológicos, la red de salud y la trazabilidad.
En la etapa de “Cuarentena” están prohibidas las celebraciones religiosas con público presencial.
En la segunda etapa de “Transición”, las actividades públicas se deben realizar con un máximo de 10 personas de lunes a viernes. Mientras que el fin de semana están prohibidas.
Luego, en la etapa de “Preparación” y también la de “Apertura inicial” se considera la participación de 1 persona cada 4 metros cuadrados.
En ese contexto, “resulta difícil entender cómo a veces concurren muchas personas a algunos lugares, mientras que no se permite que asistan más de 10 personas a un templo espacioso”, expresó el Comité Permanente.
Asimismo, aseguraron que han “hecho presente a la autoridad nuestro deseo de poder ir recuperando, apenas sea posible, el carácter comunitario de la fe compartida que se traduce en las ceremonias presenciales”, debido a la importancia que reviste la Eucaristía, los sacramentos y la vida espiritual” para “todo el pueblo de Dios”.
“Consideramos que muchos lugares de culto ofrecen las condiciones y garantías para acoger a un mayor número de fieles como ocurre en otras actividades”, agregaron.
Sin embargo, “sabemos y comprendemos que la situación sanitaria actual es muy compleja. Por eso hemos expresado, en comunión con el Papa Francisco, nuestra plena adhesión al llamado a cuidarnos y a respetar responsablemente las decisiones de la autoridad sanitaria”.
“Lo renovamos hoy, cuando vemos cómo conductas irresponsables de personas y grupos nos ponen en mayor riesgo a todos. Creemos que la vida es sagrada, por eso cuidarla es nuestra mayor preocupación en este y todo tiempo”, sostuvieron.
Desde la CECh, la carta fue firmada por el Presidente, Mons. Santiago Silva; el Vicepresidente, Mons. René Rebolledo; y el Secretario General, Mons. Fernando Ramos.
Publicar un comentario