Al concluir la Audiencia General de este miércoles el Santo Padre indicó que “hoy es el Día Mundial del SIDA” y añadió que “es una ocasión importante para recordar a las numerosas personas afectadas por este virus, para muchas de las cuales, en algunas partes del mundo, no hay acceso a los tratamientos esenciales”.
“Espero que se renueve el compromiso de solidaridad para garantizar tratamientos sanitarios justos y eficaces”, pidió el Papa.
Además, el Santo Padre pidió oraciones “por las numerosas personas afectadas por este síndrome” a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es.
Hoy se celebra el Día del #Sida. #OremosJuntos por las numerosas personas afectadas por este síndrome, muchas de las cuales, en algunas zonas del mundo, no pueden acceder a las curas esenciales. Comprometámonos para garantizar tratamientos sanitarios justos y eficaces.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 1, 2021
El Día Mundial del Sida fue establecido por las Naciones Unidas en 1988 para “apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el Sida”.
El lema del Día Mundial del Sida 2021 es: “Poner fin a las desigualdades. Poner fin al Sida. Poner fin a las pandemias”.
Según los datos más recientes del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA o UNAIDS en inglés), 37,7 millones de personas en todo el mundo vivían con el VIH en el 2020, de los cuales 1,7 millones son niños hasta los 14 años. Es decir, estas personas tienen el virus, pero aún no han desarrollado la enfermedad y es importante que reciban un tratamiento con antirretrovirales.
En 2020, ONUSIDA señaló que el confinamiento y cierre de fronteras decretados para evitar la expansión del COVID-19 afectaron la producción y distribución de medicamentos antirretrovirales genéricos para tratar el VIH en países de ingresos medios y bajos; así como un aumento en el coste final de los medicamentos exportados de India.
Las principales instituciones católicas que atienden a pacientes con VIH/sida son Cáritas Internationalis y Catholic Relief Services (CRS).
Desde 1987, Cáritas brinda apoyo médico, social, emocional y espiritual a las personas que viven con VIH y sida. Su campaña HAART, para niños, promueve el diagnóstico temprano y el tratamiento del VIH en mujeres y bebés.
La campaña busca obtener programas de prueba accesibles y medicamentos adecuados. Además, defiende que todas las mujeres embarazadas seropositivas reciban tratamiento antirretroviral, cirugía de cesárea y alternativas a la lactancia cuando esto sea aconsejable y apropiado.
Por su parte, CRS ha apoyado programas internacionales de VIH durante más de 25 años, casi desde el comienzo de la epidemia. Sus programas abarcan todas las áreas de programación, incluida la atención domiciliaria, terapia antirretroviral, apoyo al tratamiento, reducción del estigma, prevención y servicios integrales para niños vulnerables.
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