En ella se recordó la presentación del niño Jesús en el templo, por parte de José y María, cuando tenía 40 días de nacido. Ésta era una tradición para cumplir con la Ley de Moisés de consagrar a Dios al primer hijo varón.
“La presentación de Jesús destaca su dimensión humana, se hizo hombre y asumió nuestra naturaleza humana. Hoy celebramos el que Dios se hiciera hombre y celebramos también que el hombre ha sido elevado hasta la gracia de ser hijo de Dios”, expresó monseñor Ezzati.
En su homilía invitó a los católicos a recordar que Jesús viene a alumbrar nuestra propia existencia. “La fiesta de hoy nos recuerda que nosotros en Él estamos llamados a ser luz del mundo por eso hemos encendido nuestras velas que representan a Cristo. Todos somos discípulos de Jesús y solamente Él puede iluminar el camino de una vida más plena y auténtica”.
También dijo que espera que ese espíritu esté presente en la Misión Territorial que se realiza este año en Santiago. “Queremos aportar esa luz, a la Iglesia, a nuestra sociedad y a nuestra patria”.
“Oren por mí”
La misa de hoy en la Catedral fue la última que el Arzobispo de Santiago presidió antes de viajar a Roma donde recibirá las insignias del nuevo servicio que el Papa Francisco le ha pedido como Cardenal de la Iglesia Católica universal. “Esta es una invitación nueva a servir y entregar la propia vida por el Evangelio y los hermanos. Oren por mí para que pueda el resto de mi vida ser un pastor que haga presente con humildad la figura de Jesús”.
También dio gracias a Dios por los dos nuevos obispos auxiliares que tiene la Iglesia de Santiago: el padre Galo Fernández, Vicario de la Zona Oeste y el padre Fernando Ramos, Rector del Seminario Pontificio Mayor y Vicario para el Clero.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
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