“Cuando uno ve las obras de la Capilla Sixtina, uno se queda sin aliento. Pero, irónicamente, el ato de respirar y exhalar el dióxido de carbono es lo que destruye estos frescos”, explica a ACI Prensa John Mandyck, de la empresa UTC Building & Industrial Systems, que ha tenido a cargo este nuevo proyecto.
Mandyck dijo que esta nueva tecnología permitirá preservar estos frescos para el futuro. “Tenemos la capacidad de estar a la par con la tecnología, incluso cuando la tecnología avanza y evoluciona con el tiempo. Creemos que esto (el nuevo sistema) a va durar un buen tiempo”, indicó.
Este nuevo sistema de ventilación y las nuevas luces fueron presentados a los periodistas el pasado 29 de octubre en un evento titular “La Capilla Sixtina 20 años después: Nuevo respiro, nueva luz”.
Para este proyecto se ha invertido 3,8 millones de dólares que han servido para instalar 7 mil luces led, que permiten una mejor iluminación para todos los frescos.
Las luces se han colocado de modo tal que son “imperceptibles” a la vista y solo pueden apreciarse cuando se añaden luces adicionales como en el caso de un cónclave y otras ocasiones especiales.
Este nuevo sistema, que permitirá un gran ahorro de energía es silencioso y está diseñado para mantener una temperatura entre 20 y 25 grados centígrados, y un porcentaje de humedad entre 50 y 60 por ciento.
El nivel de concentración de dióxido de carbono será siempre el mínimo y la concentración del polvo no superará los 0,1 microgramos por metro cúbico.
La Capilla Sixtina, la principal atracción de los Museos Vaticano, es visitada anualmente por más de 5 millones de personas al año.
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