Quizá este carácter multifuncional le venga por ser hijo espiritual del Papa Francisco, quien lo acompañó durante los años que fue el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio.
Sobre la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, el sacerdote explica que “Mons. Bergoglio”, le decía: “Trabajen en esto, tengan muy claro que la vida no se puede negociar, sean firmes, tengan gran misericordia con las personas desde el punto de vista pastoral, pero este punto no se toca, la vida de las personas debe ser respetada siempre, desde el inicio hasta la muerte natural”, explicó el P. Revello a ACI Prensa durante la asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida (PAV), celebrada a principios de marzo en el Vaticano.
Actualmente el P. Revello también es miembro titular del Comité en Ética en Medicina (Academia Nacional de Medicina), de la Pontificia Academia para la Vida, y perito en Bioética de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Durante su estancia en Roma el sacerdote argentino pudo encontrar al Papa Francisco y mantener una simpática conversación con el Pontífice: “Él es muy simpático en las respuestas y muy rápido para responder. Lo encontré después de mucho tiempo, y señalándole el logo le dije: ‘Muchas gracias por haberme nombrado en la academia’, y me mira y me dice ‘debo haber firmado algo sin darme cuenta’. Lo dijo de una manera muy simpática y nos reímos mucho”, aseguró.
Acompañando al P. Revello también viajó a Roma Mons. Alberto Bochatey, Arzobispo Auxiliar de La Plata, juntos han escrito numerosos libros tratando el tema del aborto, el matrimonio igualitario, la reasignación de sexo, o la fecundación asistida, cuyo objetivo es ayudar a los sacerdotes a tener respuestas a estos temas durante la atención pastoral.
El P. Revello atiende en la parroquia a muchas familias que no pueden tener hijos y que tienen dudas morales. En este sentido, señala que muchas veces los esposos desconocen las verdaderas consecuencias de recurrir a la fecundación in vitro.
“Hay técnicas moralmente aceptables y que pueden ser aceptadas, lo que pasa es que las clínicas de fecundación artificial ofrecen técnicas que para ellos son muy económicas, pero que son muy costosas para el paciente, y que además, no tienen en cuenta la condición ni el credo del sujeto. Incluso a veces, hasta cometiendo el ilícito de ocultarle las verdaderas consecuencias de la fecundación asistida: les dicen los resultados, pero no les explican las consecuencias morales, como son el descarte de embriones, el stop de embriones”, indicó.
En este sentido el sacerdote defiende que la alianza médico-paciente, debe estar basada en la justicia y en la verdad, no en las asimetrías de informaciones que puedan manejarse. “Estas técnicas lamentablemente cada vez están más difundidas y se va desdibujando cada vez más en las conciencias de las personas el bien y el mal que esto supone”, afirmó.
El P. Revello también es director de la Maestría en Ética Biomédica e Investigador del Instituto de Bioética de la UCA, donde está a cargo de la materia “Introducción a la Bioética” y de “Teología Moral”.
Para su instituto, el principal desafío es el diálogo con las corrientes pragmático utilitaristas que están muy instaladas en las medicina en general, pero señala que existe una gran acogida a las alternativas de la corriente personalista y que pone su énfasis en la persona.
El campo de la bioética, para el P. Revello el punto que más le preocupa es la fundamentación ontológica de la persona. “Esta es la base. Cuando se entiende que la persona no es una variable más de la práctica médica todo lo demás se va ordenando. Lo otro son consecuencias, pero la piedra fundamental es fundar que la persona tiene dignidad en ser, no en su capacidades o en su apariencia. Hoy muchos dicen que el embrión no tiene apariencia humana, no tiene tubo neural… no son las estructuras, las apariencias, los que fundan la dignidad de la persona humana”, subrayó.
Por último, el P. Revello señaló que hoy en día muchas veces las corporaciones médicas o las empresas ya no hablan de pacientes, sino de clientes, “y esta es la imagen de que la medicina se ha mercantilizado lamentablemente”, dijo.
“Cuando entra el concepto de mercado, y no el concepto de ciencia, se desdibuja todo, porque si estamos en un mercado, mercar, comerciar, obtener un derecho económico, un rédito, pasa a ser el centro, y no la verdad, ni mucho menos el bien”. “Platón decía que la forma de acceder al ser más profundo es por medio de la verdad, del bien y de la belleza, una medicina que no respeta esto deja de ser arte para ser simplemente una técnica sin corazón. Pero como los griegos ya habían anticipado en los mitos, quien mira con un solo ojo es un cíclope, tiene una gran fuerza y no tiene corazón”, concluyó.
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