El Papa Francisco ha dado un paso más para responder a las demandas de las víctimas de abusos sexuales del clero. Tras la marcha de Marie Collins de la Comisión Antipederastia, tras denunciar las trabas de Doctrina de la Fe para contestar a los supervivientes, el Pontífice nombró a un nuevo supervisor en la sección disciplinaria de ex-Santo Oficio.
Se trata de Monseñor John Kennedy, cuyo nombramiento se produce días después de la designación del jesuita Hans Zollner, uno de los principales expertos de la Iglesia Católica en la lucha contra la pederastia clerical, como asesor de la Oficina vaticana para el Clero.
Así, el Papa coloca a dos de sus hombres de confianza en dos de los dicasterios responsables de la respuesta a las víctimas, el castigo a los abusadores y la prevención de los mismos entre los sacerdotes. Sólo restarían, pues, cambios en la Congregación de Obispos y en Vida Consagrada, para cerrar el círculo de tolerancia cero ante la negligencia de obispos o responsables de congregaciones.
En las últimas semanas, Doctrina de la Fe había sido fuertemente cuestionada tras la renuncia de Marie Collins, quien denunció una resistencia “inaceptable” a las propuestas de la comisión por parte del dicasterio presidido por el cardenal Müller.
Su marcha, sin embargo, logró que tanto el cardenal O’Malley como el propio Papa Francisco dieran un nuevo impulso a las reformas, pese a las trabas de los sectores más conservadores.
En 2001, Doctrina de la Fe asumió la responsabilidad de procesar los casos de abusos a menores, por un empeño personal del entonces cardenal Ratzinger, quien entendió que las diócesis no estaban actuando contra los curas pederastas conforme a la ley canónica (Periodista Digital).
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