El documental, titulado en español “Papa Francisco: Un hombre de palabra”, es dirigido por el alemán Wim Wenders, ganador de premios como la Palma de Oro de Cannes. Se estrenó en el Festival de Cannes el 13 de mayo y llegará a los cines estadounidenses el 18 de este mes.
En una reciente columna titulada “Un hombre de palabra”, Mons. Chaput recordó que Wenders dirigió en 1987 la película “Wings of Desire”, sobre “un ángel en Berlín que elige volverse mortal para experimentar el amor humano”.
Años más tarde, City of Angels, protagonizada por Nicolas Cage y Meg Ryan, repetiría la temática de la película de Wenders pero en Los Ángeles (Estados Unidos).
Para el Arzobispo de Filadelfia, Wenders es “un maestro del drama cinematográfico y un logrado documentalista”.
“Mucho del trabajo de Wenders está marcado por una espiritualidad inspirada en el cristianismo; él y su esposa son sinceros sobre su fe en Dios; y en entrevistas pasadas ha indicado que su vida y su trabajo han sido ‘formados profundamente por crecer en una familia católica’”.
El Prelado destacó que el cineasta alemán se embarcó en este proyecto “impresionado por la encíclica Laudato Si sobre el medio ambiente, y alentados por un amigo sacerdote”.
“En este punto de su carrera, Wenders está en la cima de su oficio, y se muestra en la belleza y excelencia de su producción. Se enfoca convincentemente en la preocupación del Papa por el medio ambiente, el pobre y los inmigrantes”.
“También captura el fuerte compromiso del Papa con el matrimonio, la familia y la complementariedad de hombres y mujeres, un hecho que hemos atestiguado de primera mano aquí en Filadelfia durante el Encuentro Mundial de las Familias 2015”, recordó el arzobispo estadounidense.
Para Mons. Chaput, “los momentos más absorbentes en la película, no es sorprendente, se pasan con el mismo Francisco visitando a inmigrantes, los pobres, los enfermos, el memorial de la Shoah Yad Vashem en Israel, y el muro occidental en Jerusalén”.
El Prelado elogió además el trabajo de Wenders de entretejer el documental con la entrevista que realizó al Papa Francisco.
“Es una técnica inmensamente efectiva; uno tiene la sensación de que Francisco está mirando directamente, hablándole directamente al espectador”, dijo.
Sin embargo, advierte, “la técnica solo funciona porque Francisco mismo es una presencia apelante”.
“El Papa se expresa simple y persuasivamente en una amplia gama de temas: la dignidad del trabajo; la importancia de la pobreza tanto como un llamado al servicio y una disciplina para la auténtica vida cristiana; la necesidad de hacer tiempo para el descanso y la adoración; el impacto negativo de las ideologías de macho y feminista; y la urgencia para todos nosotros de ser ‘apóstoles del oído’, por ejemplo, personas que aprenden a escuchar bien”.
Para el Arzobispo de Filadelfia, el documental, aunque bueno, podría haber sido mejor.
“Es demasiado largo por 30 minutos. Su retrato de Francisco de Asís, aunque útil para la narrativa, es selectivo y solo ligeramente relacionado con el santo real, quien era un hombre complejo y formidable, preocupado por la Creación como un reflejo de la gloria de Dios, no como un recurso natural limitado”, señaló.
Sin embargo, lamentó, “Wenders también pierde (o evita) la oportunidad de presentar la visión católica holística de la dignidad humana que Francisco presenta”, y destacó que la preocupación de los católicos por el niño por nacer, las personas con discapacidad, los ancianos, el medio ambiente y los migrantes “están vinculados inextricablemente en una red de prioridades”.
“Estas preocupaciones, sin embargo, no quitan nada de sustancia de la belleza e impacto de la película”, dijo, y alentó a sus lectores a verla.
Además, indicó que tanto Wenders, como la productora Focus Features y el Papa Francisco “merecen nuestra gratitud por ofrecer al mundo un encuentro tan excepcional con el Sucesor de Pedro”.
El Arzobispo expresó también su deseo de que el nuevo documental “toque miles de corazones”.
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