Cuatro claves para entender las elecciones presidenciales de Colombia

Iván Duque y Gustavo Petro. Foto: Colprensa

Colombia va a elecciones este domingo. Seis candidatos disputan la presidencia de la República y, sin embargo, parece una disputa entre dos. Las encuestas apuntan una alta posibilidad de una segunda vuelta entre los dos punteros. Estos, Iván Duque y Gustavo Petro, se presentan como el agua y el aceite. Son identificados de forma clara por el electorado como los candidatos ‘de derecha’ y ‘de izquierda’, respectivamente. Ambos, rechazan títulos tan ‘duros’. Duque dice ser un ‘centrista’ y cuando le ‘acusan’ de ser de ‘extrema derecha’, el responde: “soy de centro extremo”. Petro, por su lado, ha ido moderando en público, poco a poco, sus ideas socialistas dándoles una ropaje ‘tersa’ para distanciarse del “chavismo" del que es afecto.
En el exterior votará casi un millón de estos; hay 819 mil viviendo fuera del país que están habilitados para sufragar
Según ha informado el gobierno colombiano, son poco más de 36 millones de ciudadanos los que podrán votar este domingo. En el exterior votará casi un millón de estos; hay 819 mil viviendo fuera del país que están habilitados para sufragar. Y, de acuerdo con los datos que arrojan los sondeos, el abstencionismo no empañará la elección. De cada diez colombianos siete afirman que votarán y dos dicen que no y solo uno esta indeciso. Actuall le ofrece cuatro claves para entender la elección legislativa de este domingo en el país andino:

1. Una disputa entre dos

Una visión ‘panorámica’ de los sondeos electorales, realizados de un año a la fecha, nos permite constatar que poco a poco, mes a mes, la elección se definió como una contienda entre dos. Las elecciones legislativas del pasado 11 de marzo Iván Duque, de la Gran Alianza por Colombia y militante del Centro Democrático (CD), y Gustavo Petro, del Movimiento Colombia Humana y dirigente del Movimiento Progresistas (MP), se ubicaron como punteros. [caption id="attachment_98230" align="aligncenter" width="284"] Gustavo Petro es actualmente candidato a la presidencia de Colombia[/caption] Conforme avanzó la campaña se consolidaron como los nombres con mayor respaldo en los estudios demoscópicos. En la última encuesta realizada por Invamer Gallup, publicada el pasado 19 de mayo, Duque registra el apoyo de 41 por ciento de los entrevistados. Entre enero y febrero tenía solo 9 por ciento. La consulta para determinar al candidato de unidad de la ‘derecha’, realizada el mismo día que los comicios legislativos y de la que salió triunfador, indiscutiblemente le fortaleció. Recibió casi cuatro millones de votos.
En la última encuesta realizada por Invamer Gallup, publicada el pasado 19 de mayo, Duque registra el apoyo de 41 por ciento de los entrevistados
De forma inmediata se le unieron sus contrincantes: la ministra Marta Lucía Ramírez, protegida del exmandatario Andrés Pastrana, y Alejandro Ordoñez, respetado procurador de la República que recibió sólido apoyo del amplio movimiento provida y profamilia. Juntos sumaron casi dos millones de votos. Petro, por su parte, cuenta con 29 por ciento de respaldo en la encuesta de Invamer Gallup. Ha ido creciendo consolidándose en el segundo lugar. Al inicio del año oscilaba entre 14 y 24 por ciento. El exalcalde de Bogotá participó de la consulta de marzo, en la que la izquierda también buscó su candidato de ‘unidad’. Petro compitió prácticamente solo. Su contrincante fue el joven Carlos Caicedo, del inexpresivo Partido Fuerza Ciudadana (FC). [caption id="attachment_83721" align="aligncenter" width="800"]Acuerdo de paz en Colombia Una mujer pega un cartel en una de las imágenes de víctimas de la guerra de Colombia con las FARC, durante una concentración en la plaza Bolívar, de Bogotá, para conmemorar el primer aniversario del acuerdo de paz. (Fotografía: Mauricio Dueñas Castañeda / EFE)[/caption] El primero ganó con casi tres millones de votos y el segundo obtuvo solo quinientos mil. El ejercicio fue una mera formalidad para oficializar la adhesión de FC a la campaña de Colombia Humana.

2. No parece que alguno pueda desplazar a Petro

¿Alguno de los otras candidatos podría disputar el segundo lugar con el socialista para entrar en el balotaje? Si obtenemos un promedio de todos los estudios de opinión, y si consideramos los últimos sondeos, la respuesta es no. Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, exalcalde de Medellín y militante de la progresista Alianza Verde (AV), tiene un promedio de 16 por ciento en la intención de voto. [caption id="attachment_98231" align="aligncenter" width="768"]Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia / Noticias Nube[/caption] Germán Vargas Lleras, de la coalición Ante Todo Colombia, ex vicepresidente y miembro del Partido Cambio Radical (CR), esta con un promedio de 7 por ciento de las preferencias. Humberto de la Calle, del Partido Liberal, masón y uno de los principales artífices de los Acuerdos de La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), consigue apenas un promedio de 3 por ciento. Y el pastor protestante y exsenador José Antonio Trujillo, de Todos Somos Colombia, no registra ni medio punto porcentual. Es irrelevante.
Todos para cerrarle juntos el paso a Duque en un eventual segundo turno, apoyando a Petro
Todos ellos, de una u otra forma, son vistos por algunos sectores de la población como las ‘apuestas diversificadas’ del presidente Santos. Todos para cerrarle juntos el paso a Duque en un eventual segundo turno, apoyando a Petro. Santos reconoció publicamente, cuando fue reelecto en 2014, que Petro fue fundamental para su victoria. El hoy candidato era alcalde de Bogotá y movilizó toda la maquina publica en favor del presidente. En un debate realizado el 9 de abril en la Universidad de La Salle con los candidatos a vicepresidente, Clara López Obregón, compañera de formula de Fajardo, uno de los principales aliados del gobierno, manifestó su apoyo irrestricto a “quién pase en segundo lugar”. Acto seguido, Claudia López, candidata a vice de Fajardo, reveló que ratificaban allí un acuerdo previo de apoyar “la propuesta alternativa que pase”. Ángela Maria Robledo, la vice de Petro, comenzó a gritar: “¡alianza, alianza!”. Todo mundo sabía de que hablaban. De Petro. Lo curioso es que al hablar de “la propuesta alternativa” que pase al balotaje, no usaron la palabra ‘alternativa’ en relación al actual gobierno, sino al de Uribe. De hecho a lo largo del ‘debate’, evidenciaron sus amplias coincidencias programáticas, subrayando que defenderían continuidad, entre otras cosas, con la política de amnistía e integración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a la vida política impuesta por Santos. [caption id="attachment_81681" align="aligncenter" width="640"]'Timochenko', el líder de las FARC. Imagen: EFE. 'Timochenko', el líder de las FARC. Imagen: EFE.[/caption] Hay quien ve en el ‘gesto’ la mano del presidente.

3. Dos agendas opuestas

Si este domingo se confirma el cuadro presentado por las encuestas pasarán al segundo turno dos hombres con visiones de país totalmente opuestas. Aunque Petro se presenta como el candidato ‘antisistema’ en realidad propone cierta continuidad y hasta una radicalización de las políticas de Santos; en tanto que Duque, aparentemente, abandera un cambio de rumbo.
Duque, aparentemente, abandera un cambio de rumbo
Iván Duque Márquez es un exitoso abogado, con una brillante carrera académica coronada en las universidades de Georgetown y Harvard. A pesar de su cabello entrecano, tiene apenas 41 años. Es casado con María Juliana Ruíz y tienen tres hijos: Luciana, de 9 años, Matias, de 6, y Eloísa, de 5. En 1998 se desempeñó como consultor del ministerio de Hacienda y Crédito Público del gobierno de Andrés Pastrana. Trabajó de 2001 a 2013 en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington, y fue asesor de asuntos internacionales del presidente Álvaro Uribe en la Organización de las Naciones Unidas. En las elecciones legislativas de 2014 fue colocado en el octavo lugar de la lista cerrada para el Senado presentada por el CD, partido fundado por Uribe. Allí destacó como especialista económico y como uno de los más articulados críticos de los Acuerdos de la Habana. [caption id="attachment_98232" align="alignnone" width="1280"]Iván Duque, candidato de Centro Democrático Iván Duque, candidato de Centro Democrático / Youtube[/caption] Se considera un hombre de centro derecha. “Mas de centro, que de derecha”, precisa. En algunos aspectos es más liberal que conservador. En su partido, el CD, tiene no pocos desafectos. La mayoría porque le consideran un pragmático, poco identificado con los princípios de la sigla. Defiende el libre mercado, pero también la responsabilidad social del sector privado. Propone la reducción de impuestos, la simplificación del sistema tributario y cortes en la máquina pública. Repudia el llamado “socialismo del siglo XXI”, pero adora la música del cubano Silvio Rodríguez. Duque afirma que es católico. Su programa de gobierno tiene un amplio capitulo de políticas públicas para la familia y otro para la "equidad para las mujeres". Es cuidadoso de no utilizar el termino equidad de 'género'.
Su programa de gobierno tiene un amplio capitulo de políticas públicas para la familia y otro para la "equidad para las mujeres"
Al ser cuestionado, en un debate en abril, sobre el llamado "matrimonio igualitario", respondió tajante: "yo estoy de acuerdo solo en los derechos patrimoniales y civiles". No más. Se ha manifestado también contrario a la adopción de menores por parejas homosexuales. Sobre el aborto ha declarado que "la vida humana inicia en la concepción". Y ha afirmado categóricamente que no pretende despenalizarlo. Considera que antes de una mujer ser sometida a esa practica debe informársele exactamente lo que acontecerá con el bebé. A pesar de estas declaraciones, y de que es el único candidato que se ha manifestado abiertamente en favor de la vida y la familia, hay sospechas sobre la honestidad de sus posiciones, ya que dice aceptar como 'razonable' el aborto era las condiciones que lo impuso el Tribunal Constitucional. [caption id="attachment_85490" align="aligncenter" width="650"]Un muñeco reproduce cómo es un bebé humano de 12 semanas de vida intrauterina. Un muñeco reproduce cómo es un bebé humano de 12 semanas de vida intrauterina.[/caption] Y hay registros de que, entre 2006 y 2011, era favorable también a la unión entre personas del mismo sexo, equiparada legalmente al matrimonio. Gustavo Petro Urrego es la estrella ascendiente de la izquierda latinoamericana. Tiene 58 años, vive con su tercera mujer, Verónica Alcocer, con quién tiene dos hijas, Andrea y Sofía. De otras dos mujeres tiene tres hijos, Nicolás, de 30 años; Andrés, de 27 años, y Andrea, de 26. Es economista y se formó en la Universidad Externado de Colombia, “la primera institución superior laica en el país”. Asegura tener especializaciones y doctorados en las universidades de Salamanca, la Católica de Lovaina y la Javeriana, pero no cuenta con documentos que lo comprueben. Fue guerrillero en el Movimiento 19 de Abril (M19) de 1977 a 1990. Usaba dos pseudónimos: Aureliano y Comandante Andrés. Preso en 1985 y libertado en 1987, recibió amnistía en 1990. El presidente Ernesto Samper lo envió poco después a Bélgica y a Luxemburgo, como agregado diplomático.
Creó la Secretaria de la Mujer y el Centro de Ciudadanía LGBT, órganos desde los cuáles impulsó políticas públicas bajo la perspectiva ideológica de género
Fue miembro de la Cámara de Representantes en dos ocasiones y en 2006 fue electo senador y desde allí preparó su candidatura para la alcaldía de Bogotá, que ganó en 2011. Su gobierno fue polémico, rodeado de conflictos y sospechas de corrupción. Creó la Secretaria de la Mujer y el Centro de Ciudadanía LGBT, órganos desde los cuáles impulsó políticas públicas bajo la perspectiva ideológica de género. También creó los ‘centros para el control natal’, que en realidad eran abortorios. El exguerrillero fue cofundador del Polo Democrático Alternativo (PDA) y, luego, del Movimiento Progresistas (MP). Ambos son afiliados al Foro de São Paulo, la mayor plataforma continental de organizaciones políticas de izquierda, en la cual estuvieron también integradas las FARC a inicios de los años 90. Este Foro, fundado por el Partido Comunista de Cuba (PCC) y por el Partido de los Trabajadores (PT), del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, es uno de los factores relevantes que posibilitó el desarrollo de la marea roja que inundó a casi todos los países de Latinoamérica los últimos años de los noventa y toda la primera década del nuevo siglo. [caption id="attachment_94401" align="aligncenter" width="800"]Luiz Inácio 'Lula' da Silva Luiz Inácio 'Lula' da Silva, expresidente de Brasil y fundador del Partido de los Trabajadores, en una imagen de archivo.– Fotografía: Antonio Lacerda / EFE[/caption] La estrategia de correr la imagen y la narrativa para la “centro izquierda” es el mismo abordaje que ‘Lula’ aplicó al PT en Brasil, bajo la batuta de otro exguerillero, José Dirceu, y que le posibilitó conquistar la presidencia del país tropical en 2002.

4. El factor ‘FARC’

Aunque las FARC retiraron desde princípios del año a su candidato a la presidencia, Rodrigo Londoño, también conocido como ‘Timochenko’, por motivos de salud, la organización terrorista, ahora travestida de partido y rebautizada con el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, será un factor relevante en la elección presidencial.
las FARC están allí. Como un elefante en el centro de la sala
Algunos analistas vieron la retirada de Londoño, cuya candidatura tenía nulas posibilidades de despegar, como una estrategia para evitar dividir el voto de izquierda y no exponer a la nueva sigla, cómodamente instalada en el Congreso con diez escaños automáticos, a agresiones y ataques durante campaña. En las legislativas de marzo no obtuvieron ni siquiera 1 por ciento de votos. Con todo, las FARC están allí. Como un elefante en el centro de la sala. Primero, porque los Acuerdos de La Habana son un aspecto recurrente en el debate electoral y un ítem del cual no pueden huir los candidatos. A todos se les exige decir claramente sí los aplicarán tal como están o no. [caption id="attachment_95605" align="aligncenter" width="800"]Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro Miguel Díaz-Canel, nuevo presidente de Cuba, junto a Raúl Castro, presidente saliente, antes del inicio de la sesión de investidura en la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana.– Fotografía: 'Pool' de medios / EFE[/caption] Gracias a ese tratado, costurado en Cuba bajo los cuidados de Raúl Castro, la organización narco-terrorista ahora tiene una “carta blanca”, otorgada por el gobierno, para operar como fuerza política nacional, financiada con recursos públicos. Además, sus líderes y miembros no serán juzgados en la justicia común por sus crímenes, no rendirán cuentas de los asesinatos, secuestros, actos terroristas o prácticas de narcotráfico perpetrados durante cinco décadas. Pasarán por un tribunal especial y también podrán ser juzgados miembros del Ejercito. Tampoco se les podrá imputar públicamente su pasado criminal, una mordaza legal se ha impuesto a sus críticos. Se les otorgaron diez escaños automáticos, cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes.
Las víctimas de la violencia han sido relegadas a segundo plano
Las víctimas de la violencia han sido relegadas a segundo plano. Y, por si fuera poco, contarán con un fondo gubernamental para emprendimientos económicos. Algo humillante para el colombiano común que no consigue olvidar el saldo que el conflicto armado dejó en cinco décadas: un millón de personas asesinadas, de acuerdo con el Registro Único de Víctimas. Si se consideran además desapariciones, secuestros, violaciones, torturados y desplazados la cifra es impresionante: 8 millones. [caption id="attachment_90865" align="aligncenter" width="670"]Policías asesinados por las FARC transportados por militares / Periodismo sin fronteras. Policías asesinados por las FARC transportados por militares / Periodismo sin fronteras.[/caption] Las FARC supuestamente entregaron las armas, el patrimonio que amasaron y dejaron de dedicarse al narcotráfico. Sin embargo, la violencia continúa asolando algunas regiones del país a cargo de supuestos ‘disidentes’. Y un hecho reciente confirma que miembros de la organización, acogidos a la amnistía, continúan operando el comercio de droga. La justicia estadounidense solicitó la extradición de Jesús Santrich, uno de los jefes de las FARC, luego de que una investigación reveló que negociaba, después de la forma de los acuerdos, el envío de 10 toneladas de cocaína con el Cartel de Sinaloa, de México. Hay un video que registra el hecho. Santrich dice que se trata de un montaje y que sí se reunió con el Cártel pero para tratar “de un proyecto agrícola”. Duque ha prometido que, “sin destrozarlos”, modificará sustancialmente los Acuerdos de la Habana, especialmente en lo que corresponde a la rendición de cuentas de los narcoterroristas ante la Justicia y el corte de recursos públicos para financiar su desarrollo económico y político. Petro, en cambio, defiende el cumplimiento estricto de lo pactado y la protección de Santrich y de cualquier otro exguerrillero. El tema tiene a la sociedad colombiana dividida. Los acuerdos fueron firmados el 26 de septiembre de 2016, luego de que un plebiscito realizado en octubre de ese año los rechazó: 50.21 por ciento votaron por el ‘no’. Santos ignoró este resultado e impuso el pacto, haciendo uso de la amplia base de apoyo que tenía en el Congreso. Con ello ganó el Premio Nobel. [caption id="attachment_97107" align="aligncenter" width="800"]Juan Manuel Santos en Alemania Juan Manuel Santos junto a Thomas Sternberg, presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes, en una de las sesiones del Congreso de Católicos que se celebra en la ciudad de Münster, coincidiendo con la primera visita oficial del presidente colombiano a Alemania.– Fotografía: Focke Strangmann / EFE[/caption] Hoy, de acuerdo con la encuesta citada inicialmente, de Invamer Gallup, 86 por ciento de los entrevistados tienen una imagen negativa de las FARC y 72 por ciento consideran que la implementación de los acuerdos van por “mal camino”.
La división de la sociedad colombiana y su consecuente polarización son dos frutos amargos que deja la administración de Santos
Un 66 por ciento considera que el gobierno no los podrá cumplir, 80 por ciento valora que las FARC no honrará su palabra. Otra encuesta, de Cifras & Conceptos, de abril de este año, revela que la sociedad continúa dividida sobre el tema aún por la mitad: 50.6% es contrario a los Acuerdos y 43.3% favorable. El resto esta indeciso sobre como evaluarlos. La división de la sociedad colombiana y su consecuente polarización son dos frutos amargos que deja la administración de Santos y que, muy probablemente, cobrarán la factura en la elección presidencial de este domingo.

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