"Abrir la puerta a la eutanasia es cerrarla a la inversión en cuidados paliativos". Así ha valorado la portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, la doctora Gádor Joya, la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia cuya toma en consideración se vota este martes 26 de junio en el Congreso de los Diputados.
"Está comprobado", ha añadido añade la doctora Joya, "que Holanda es el paradigma de lo que ha supuesto la legalización de la eutanasia: aumento exponencial de los casos de muertes en hospitales, inducciones a los pacientes a firmar una muerte por eutanasia, y caída libre hasta aprobar la eutanasia a recién nacidos".
La portavoz de Derecho a Vivir ha denunciado la falta de atención que reciben los enfermos al final de su vida. "En España, aproximadamente la mitad de los enfermos muere pronto o muere mal, como consecuencia de aplicar sedaciones terminales cuando no están indicadas, o por carecer de medios suficientes para que sean atendidos por especialistas en cuidados paliativos”, ha explicado.
La mayoría de los enfermos lo que pide y necesita es una atención de calidad al final de sus vidas y disponer de unidades de cuidados paliativos en sus domicilios o en los hospitales
Por otro lado, Joya ha asegurado que "si se aprueba la eutanasia, ésta se convertirá en una salida fácil" y agrega que, en muchos casos, "será propuesta por los sanitarios, interfiriendo así en el principio de autonomía del paciente al que tanto recurren los partidarios de la eutanasia".
En este sentido, la doctora ha hecho hincapié en que legalizar la eutanasia supone legislar a favor de la excepción. "La gran mayoría de los enfermos lo que pide y necesita es una atención de calidad al final de sus vidas y poder disponer de unidades de cuidados paliativos en sus domicilios o en los hospitales", ha afirmado.
"En España hay muy poca formación en asistencia a los enfermos terminales y en el tratamiento del dolor”, ha explicado Gádor Joya. Y ha insistido en que "los expertos en estos campos afirman que, cuando están bien atendidos en este sentido, son casi inexistentes las peticiones de eutanasia".
La eutanasia concede a un tercero el derecho a quitarle la vida a otro, y esto es un peligro que nos puede llevar al caso de Holanda
Por esta razón, Gádor Joya ha defendido que, cuando hay tanto déficit en el tratamiento del dolor, "pretender poner a toda una sociedad y a un sistema sanitario con todos los recursos humanos y económicos al servicio de la eutanasia supone desconocer las necesidades de los enfermos terminales".
"La Ley de Autonomía ya regula los derechos del paciente. Además, tenemos la posibilidad de redactar un documento de voluntades por lo que es posible dejar constancia de lo que queremos que se haga con nosotros al final de nuestra vida. La eutanasia concede a un tercero el derecho a quitarle la vida a otro, y esto es un peligro que nos puede llevar al caso de Holanda en el que se mata a los recién nacidos con el visto bueno de los padres y los médicos", ha concluido.
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