Por Silvia del Valle
Como estamos comenzando el mes de octubre, mes del Rosario, me vino a la mente el compartirles mis 5tips para lograr rezar el Rosario en familia. No importa que tengamos niños pequeños.
PRIMERO. Prepara unas tarjetas con los misterios en dibujos para niños.
Puede ser que alas dibujes y luego las ilumines o que busques en internet imágenes de cada misterio para que nuestros hijos ubiquen los misterios y los puedan aprender.
También es bueno ponerlos en la pared en orden para que sea más fácil para ellos saber en qué misterio están.
Es importante ponerles nombre y a todos los de un grupo ponerles el mismo color y a cada grupo un color diferente. Esto les ayudará a ubicarse.
SEGUNDO. Prepara hojas con los misterios más grandes para que las iluminen.
Si después hacemos horas tamaño carta para que nuestros hijos pequeños las ilumínenme entonces les estamos ayudando a concentrarse y a estar en sintonía con los demás.
Además les dará la paciencia que necesitan para aguantar el rezo del Rosario pero también el conocimiento desde pequeñitos.
TERCERO. Explícales en que consiste el Rosario y su importancia.
Si nuestros hijos no entienden la importancia del Rosario no pondrán de su parte para participar en esta devoción, pero si les explicamos seguro que les encantará entregarle un ramo de rosas a Mamita María.
También podemos ayudar a que entiendan esto con signos visibles como el poner una rosa en un florero por cada Ave María.
Para los más pequeñitos debemos tener material didáctico para que se entretengan y a la vez participen de la práctica del rezo del Rosario y si hacen ruido, debemos armarnos de paciencia y aun así tenerlos con nosotros porque de esta forma van haciendo el rezo del Rosario como algo cotidiano.
CUARTO. Busca la mejor hora del día para rezar en familia.
Si rezamos el Rosario al final del día, cuando nuestros hijos ya están cansados, seguro que no lo harán con gusto y estarán muy intranquilos e inquietos porque el sueño los pone irritables.
Pero si buscamos una hora adecuada, puede ser después de comer o a media tarde o antes de cenar, donde estemos toda la familia junta, es más fácil que se haga con gusto y devoción.
Y QUINTO. Que sea una experiencia única.
Si logramos que sea una experiencia de unión familiar y de testimonio de nosotros los papás seguro que nuestro hijos aprenderían a amar el Rosario, pero si ven que nosotros lo rezamos con pereza y sin ganas, ellos también lo harán así y cuando los invitemos a hacerlo seguro que nos repelarán y lo harán de mala gana.
Si cuando rezamos tenemos una imagen de la virgen, teniendo una buena iluminación y ventilación adecuada y si ponemos música católica de fondo o si entre un misterio y otro ponemos algo de música, estamos haciendo que sea algo muy agradable y una experiencia única.
No debemos olvidar que nuestros hijos nos observan en todo momento y si no ven en nosotros el gusto por rezar el Rosario, difícilmente ellos lo sentirán. Así que ayudemos a nuestros hijos a vivir esta devoción con nuestro testimonio.
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