Una de las cosas que han caracterizado al Papa Francisco durante todo su pontificado, es la creación de neologismos, mismos que utiliza para definir acciones importantes para todos los miembros de la Iglesia, que de otra manera se tendrían que explicar de un modo más amplio, sin la contundencia que puede llegar a tener una expresión corta.
Estos nuevos términos, al menos para los hispanohablantes, han modificado sustancialmente el discurso y las prácticas en la iglesia, tal es el caso de expresiones como “primerear”, que el Papa utiliza para hablar sobre una acción diligente que se adelanta a todas; “misericordiar”, para abrirse a la misericordia de Dios y practicarla con los demás; “habriaqueísmo”, para referirse a la procrastinación y sus malos resultados, y en especial un término que ha encontrado mucho eco por su hermosura: “cariñoterapia”, que invita a ayudar a sanar a los enfermos a través de muestras de afecto”.
La palabra “cariñoterapia” fue una expresión que el Papa Francisco utilizó durante su visita a México en febrero de 2016, al visitar a niños enfermos de cáncer en el Hospital Infantil Federico Gómez, a fin de invitar al cuerpo médico a no sólo suministrar medicamentos a quienes los necesitan, sino también darles muestras de cariño, con el objeto de optimizar su tratamiento.
En aquella ocasión, al hablar de la importancia de la “cariñoterapia”, dijo que hay un pedacito del Evangelio que cuenta la vida de Jesús-Niño, en el que se encontró con el anciano Simeón, quien, al tomarlo entre sus brazos, sintió ganas de bendecir. Dijo que bendecir también es lo que hacen los médicos con sus manos cuando curan, y los conminó a hacerlo además con su cariño.
En este sentido, cabe decir que en el Hospital Infantil Federico Gómez el Santo Padre también escuchó varias expresiones espontáneas de “cariñoterapia” por parte de los niños, tales como: “Te amo, Papa Francisco” o “¡Que vuelvas pronto!”.
Pero además de los anteriores neologismos, el Papa Francisco ha aportado al lenguaje cotidiano, y en especial al discurso de la comunidad católica, expresiones como “hagan lío”, para exhortar a los jóvenes a rebelarse a las imposiciones sociales de la actualidad; “civilización falseada”, para referirse a la sociedades de hoy y su conjunto de valores pragmáticos, o “callejeros de la fe” para denominar a aquellos jóvenes que llevan el mensaje de Jesús tanto a la escuela como al barrio.
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