Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
En el día en el que comienza el decenio de las Naciones Unidas sobre la agricultura familiar (2019-2028), una iniciativa con la que se desea cumplir el propósito Hambre Cero 2030 y alcanzar el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: «Erradicar el hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición y promover una agricultura sostenible», el Papa Francisco dirige un discurso al Director General de la FAO, José Graziano da Silva, en el que le insta a aprovechar esta oportunidad “para concienciar aún más a la sociedad acerca de las necesidades que padecen nuestros hermanos y hermanas carentes de lo más básico”. Algo que es fácil de conseguir – dice el Papa – si se da a los pueblos “una estructura adecuada que les permita liberarse del hambre”, así como “uniendo esfuerzos”, “trabajando con determinación” y “concentrando acciones en un planteamiento que tenga en cuenta los derechos humanos fundamentales y la solidaridad intergeneracional como base de la sostenibilidad”.
La familia te enseña el vínculo ‘humanidad, creación y agricultura’
En su discurso, el Papa considera que es en la familia “donde se aprende a convivir con los demás y a estar en sintonía con el mundo que nos rodea”, pues la familia representa “ese humus fructífero y modelo de comportamiento para una agricultura sostenible, que tiene consecuencias beneficiosas, no solo para el sector agrícola, sino también para toda la humanidad y la salvaguardia del medio ambiente”, además de ayudar a entender “el vínculo que existe entre humanidad, creación y agricultura”.
La importancia del papel de la mujer en la agricultura
El Santo Padre también ha asegurado que en la realidad familiar se aplica el principio de subsidiariedad, el cual es capaz de plasmar el orden social, en cuanto instrumento que regula las relaciones, y en esta “subsidiariedad ascendente” – asegura el Papa – “la contribución de la mujer en la actividad agrícola es significativa, en particular en los países en vías de desarrollo”. “Ellas – subraya – participan en todas las etapas de la producción de alimentos, desde la siembra hasta la cosecha, la gestión y el cuidado del ganado, e incluso en trabajos más pesados”.
Crisis alimentaria vs crisis económica y financiera
“La crisis alimentaria” en los países menos desarrollados y “la grave crisis económica y financiera” en los países desarrollados, han impulsado en distintos lugares un renovado esfuerzo para hacer de la agricultura no solo una herramienta para el empleo sino también para el desarrollo del individuo y de la comunidad, ha expresado Francisco y en este sentido, se detiene en el trabajo de los jóvenes en la agricultura: “además de combatir el desempleo, puede dar un nuevo vigor a un sector que se está convirtiendo en estratégico para el interés nacional de muchos países” asegura el Papa.
Revisar el sistema educativo para integrar a los jóvenes en el mercado laboral
Por último, insta a “revisar el sistema educativo” para que responda mejor a las necesidades del sector agrícola y, por lo tanto, para integrar a los jóvenes en el mercado laboral. “El interés y el talento de los jóvenes para la agricultura debe contar con el respaldo de un adecuado entorno educativo y de políticas económicas que les proporcionen las herramientas necesarias para expresar sus capacidades y convertirse así en agentes de cambio y de desarrollo para sus comunidades, desde una visión de ecología integral” ha finalizado.
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