La historia de Fabiola Molero, la enfermera de Cáritas que ha salvado la vida de varios niños venezolanos, sirvió para ilustrar el tema de “Las causas sociales y su importancia en los medios católicos impresos”, nombre del panel que se realizó esta tarde en el III Encuentro Nacional de Medios Impresos Católicos que se celebra en Guadalajara, Jalisco.
Leer: La enfermera que pidió ‘aventón’ para salvar a una niña venezolana
Tras detallar el heroico gesto de la enfermera que fue difundido en la mayoría de los portales de noticias, Javier Rodríguez Labastida, director de la revista Desde la fe, consideró que esta historia ofrece cuatro lecciones a los periódicos católicos sobre la importancia de atender informativamente las causas sociales.
“En primer lugar –explicó- nos habla de una realidad social que requiere ser escuchada por los medios de comunicación y atendida por las instancias correspondientes. Pero también nos muestra el rostro de una problemática que estamos acostumbrados a escuchar en cifras”.
Una tercera lección –continuó- tiene que ver con la importancia de que un medio de comunicación hable de estas historias con el objetivo de retratar la realidad, sin clichés. Y, por último, la historia muestra el tipo de personas que conforman la Iglesia y que están dispuestas a servir desinteresadamente a los demás, “lo cual constituye una gran fortaleza para los medios católicos”.
Leer: Periodistas católicos coinciden en la necesidad de generar sinergias
Rodríguez Labastida explicó que el periodismo social es, entre otras cosas, aquel en el que se ven reflejados los ciudadanos de a pie; aquel que tiene rostro porque habla de fenómenos que afectan a mucha gente; el que sale de la calle, de conversaciones de periodistas con ciudadanos, y el que está harto del cliché y, por lo tanto, busca retratar de otra forma problemas sociales como la pobreza, la migración, la falta de educación, etc.
En este sentido, el periodista aseguró que los medios católicos tienen una “gran carretera por explorar en el periodismo social”, y además cuentan con una “gasolina de primera, que son las historias que piden a gritos ser contadas para ser escuchadas”. Hizo un llamado a los periodistas católicos a construir juntos mejores medios de comunicación, “vehículos de alta calidad para ir a la vanguardia en esa carretera”.
Leer: Obispo a periodistas católicos: ‘no destruyan, construyan con la verdad’
En su turno, Darwin Franco Migues, maestro en Comunicación por la Universidad de Guadalajara y especialista en periodismo de paz, se refirió al llamado “periodismo de soluciones”, que no se limita a mostrar problemas, sino que da cuenta de lo que la gente está haciendo para generar un cambio. “Este tipo de periodismo –dijo- brinda a las personas la posibilidad de vincularse a otros que están haciendo algo por cambiar aquello que también les gustaría modificar”.
Sobre su labor en materia de periodismo de paz, destacó que en los temas vinculados a la violencia hay muchísimas personas que están haciendo algo, incluso la misma Iglesia católica. Lo importante –aseguró- “es poner la mira en esas historias y no dejarlas pasar de largo”.
Refirió que en su labor periodística ha acompañado a familiares de personas desaparecidas, y parte fundamental es retratarlas no como dolientes o quejosos de la falta de acciones del gobierno, sino como ejemplos en la defensa de derechos humanos, a pesar de no haber superado su dolor a causa de la impunidad.
Por su parte, Juan Carlos Núñez Bustillos, periodista digital por la Universidad de Guadalajara, puso sobre la mesa el argumento de que, en tiempos de las redes sociales, no hacen falta periodistas ni medios tradicionales, “pues el desarrollo de nuevas tecnologías –dicen- permite la circulación de la información de manera libre, vertiginosa, personal y gratuita gracias a los teléfonos móviles”.
Señaló que si bien es innegable que el acceso a dispositivos móviles permite a los ciudadanos incluir en la agenda pública asuntos que de otro modo no aparecerían en los medios tradicionales, difícilmente estos ayudarán a las personas a entender lo que sucede, más aún si se limita a una imagen de abuso de un policía, una balacera o un incendio.
“Pensar que mostrar un hecho es hacer periodismo es una visión sumamente pobre de esta práctica de comunicación social, pues el periodismo es mucho más que eso. El mejor periodismo no se limita a mostrar los hechos, sino que aporta también herramientas para analizarnos, para contextualizarlos, para explicarlos. El buen periodismo investiga y publica hechos y procesos sociales que no resultan evidentes y que incluso permanecen ocultos por la voluntad de actores del poder”.
Publicar un comentario