“Ante las recientes decisiones que amenazan con socavar aún más el proceso de paz israelí-palestino y la ya frágil estabilidad regional, la Santa Sede reitera su posición sobre la solución de dos Estados para dos pueblos, como única manera de llegar a una solución definitiva de este conflicto de larga data”, dice el comunicado hecho público este miércoles 20 de noviembre.
La Santa Sede “apoya el derecho del Estado de Israel a vivir en paz y seguridad dentro de las fronteras que le reconoce la comunidad internacional, pero el mismo derecho pertenece al pueblo palestino y debe ser reconocido, respetado y aplicado”.
Finalmente, en el comunicado se insiste en que “la Santa Sede espera que las dos Partes, negociando directamente entre sí, con el apoyo de la comunidad internacional y en cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas, lleguen a un compromiso justo que tenga en cuenta las legítimas aspiraciones de los dos pueblos”.
El gobierno de Estados Unidos, por medio de su Secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció el pasado lunes 19 de noviembre que ya no considera ilegales los asentamientos, también llamados colonias, de Israel en territorio de Cisjordania que la comunidad internacional reconoce como palestino.
El territorio del antiguo dominio británico de Palestina fue dividido en 1947 por la ONU en dos zonas, una para la creación de un Estado judío (Israel) y otra para la creación de un Estado árabe (Palestina).
Los Estados árabes limítrofes se negaron a reconocer la legitimidad de este plan, lo que provocó la invasión de los ejércitos de Siria, Egipto, Transjordania, Líbano, Irak, Arabia Saudí y Yemen del territorio en el que en mayo de 1948 se proclamó el Estado de Israel.
La guerra terminó con una victoria del ejército israelí sobre los ejércitos árabes. El nuevo Estado de Israel aumentó notablemente sus fronteras y la franja de Gaza y Cisjordania fueron ocupadas por Egipto y Transjordania.
Sin embargo, ambos territorios fueron anexionados a Israel tras la Guerra de los Seis Días en 1967, además de la península del Sinaí y los Altos del Golán.
Israel devolvió la península del Sinaí a Egipto en 1982 en virtud del Tratado Egipcio-Israelí de Paz firmado en 1979.
La franja de Gaza fue evacuada de población israelí y entregada a la Autoridad Nacional Palestina en 2005, y posteriormente sometida a un bloqueo tras la toma del poder en la franja del grupo terrorista Hamas.
Por el contrario, los Altos del Golán, arrebatados a Siria, continúan bajo soberanía israelí, al igual que grandes áreas de Cisjordania, parte de la cual ha sido anexionada al territorio soberano israelí y otra parte entregada a la Autoridad Nacional Palestina.
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