50 años del Inmaculado Corazón de María
En la vida de Parroquia se asegura y proporciona la misma vida y la misma fuerza de Dios, aseguró el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, durante la celebración de la Santa Misa por el 50 aniversario de la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, en la colonia Independencia de Guadalajara.
Reunidos en torno al altar, los fieles de esta comunidad escucharon al Obispo Metropolitano, quien subrayó que en la Parroquia podemos experimentar que en la vida no estamos solos, que caminamos acompañados de la mano de Dios.
“En la Parroquia se nos hace experimentar que vamos por la vida no abandonados a nuestra suerte, como si fuéramos de nadie; la Parroquia nos dice que en la vida pertenecemos a Dios, formamos su familia, y Dios camina con nosotros, comparte con nosotros nuestras alegrías, ilusiones, sueños, anhelos, pero también, en la vida, en el seno de la familia de la Iglesia, Dios comparte nuestras tristezas, miedos, enojos, cansancios y desilusiones”.
Como una muestra de la vida que se logra en la comunidad parroquial, recordó que a lo largo de 50 años han sido muchas las personas que han renacido a la vida de hijos de Dios a través de los Sacramentos que ahí se han administrado.
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