El Santo Padre realizó esta petición ante miembros de la Asociación Italiana de Padres, que este 2018 cumple 50 años. Francisco destacó los trabajos que realiza esta asociación en favor de la familia y de la educación, “un compromiso que lleváis adelante según los principios de la ética cristiana”.
El Pontífice subrayó, principalmente, las energías dedicadas por esta asociación en el ámbito educativo. En este sentido, habló de cambiar la tendencia a la ruptura de la alianza entre escuela y familia que se está produciendo en la actualidad.
Lamentó que hoy se habla de que “las familias no aprecian como antes el trabajo de los maestros, y estos advierten como una molesta invasión la presencia de los padres en la escuela, intentando mantenerlos al margen o considerándolos adversarios”.
“Para cambiar esta situación es necesario que alguno de el primer paso, venciendo el temor del otro y tendiendo la mano con generosidad. Para ello, os invito a cultivar y a alimentar siempre la confianza en la escuela y en los profesores”, señaló.
Según explicó, sin escuela y sin profesores los padres se arriesgan “a quedarse solos en la acción educativa y a ser menos capaces de afrontar los nuevos desafíos educativos que plantea la cultura contemporánea, la sociedad, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías”.
Es en este ámbito en el que el Papa destacó la importante labor que hace esta asociación de padres en Italia: “vuestra presencia responsable y disponible, signo de amor no solo por vuestros hijos, sino también por ese bien común que es la escuela, ayudará a superar muchas divisiones e incomprensiones en este ámbito”.
De esa manera, se avanzará también en el “reconocimiento a las familias de su papel principal en la educación y en la instrucción de los niños y de los jóvenes”.
El Papa fue aún más allá en su reflexión e hizo hincapié en que “si vosotros, padres, necesitáis a los maestros, también la escuela os necesita, y no puede alcanzar sus objetivos sin mantener un diálogo constructivo que tenga como primera responsabilidad el crecimiento de los alumnos”.
Por último, señaló que también es misión de la Iglesia contribuir a eliminar la soledad educativa de las familias.
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