“La situación es peligrosa para Asia. Siento que su vida no está a salvo. Debemos recordar que dos hombres cristianos en Faisalabad fueron asesinados hace años después de que un tribunal los liberó. También fueron acusados de blasfemia. Entonces, apelo al Gobierno para que mejore la seguridad de Asia en la cárcel”, dijo Masih en entrevista concedida a la cadena alemana Deutsche Welle (DW) este 4 de noviembre.
La ley de blasfemia está inspirada en la sharia (ley islámica) para castigar, incluso con la muerte, cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán. La blasfemia puede ser denunciada por cualquier musulmán sin necesidad de testigos o pruebas.
En los últimos días, cientos de miembros del partido fundamentalista musulmán Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP) bloquearon las carreteras en las ciudades de Lahore, Karachi e Islamabad para protestar contra la decisión del Tribunal Supremo de anular la condena a muerte contra Asia Bibi y pedir su ejecución.
Tras las protestas, el Gobierno y los extremistas llegaron a un acuerdo según el cual se impide la salida del país de Asia Bibi mientras el Tribunal Supremo revisa el caso.
En el acuerdo, las autoridades también se comprometieron a liberar a todos los arrestados en las protestas que casi paralizaron el país.
Ashiq Masih dijo también a DW que “mi esposa ya ha sufrido mucho. Ha pasado diez años en la cárcel. El veredicto del Tribunal Supremo había creado un rayo de esperanza”.
“Mis hijas se morían por verla libre, pero ahora esta petición de revisión prolongará su grave situación. Tendrá que permanecer en la cárcel hasta que se decida la petición de revisión”, indicó.
Sobre el acuerdo del Gobierno con los extremistas islámicos, el esposo de Asia Bibi comentó que le generó "escalofríos en la columna. Mi familia está asustada, mis familiares están asustados y mis amigos también están asustados. Este acuerdo nunca debería haber sido alcanzado”.
“Los tres jueces emitieron el veredicto después de tener en cuenta todos los aspectos del caso, analizar todos los factores, estudiar las contradicciones y basar todo en hechos. Por lo tanto, el Gobierno no debería haber llegado a tal acuerdo”, resaltó.
Para Ashiq Masih, “el Poder Judicial es muy valiente. Realmente ha decidido el veredicto sobre el mérito. Pero ahora, durante la petición de revisión, los clérigos (musulmanes) podrían reunirse fuera del Tribunal Supremo e intentar influir en el veredicto. Es un error establecer un precedente en el que se ejerce presión sobre el Poder Judicial”.
Tras comentar que cuando los fallos fueron contrarios “no dijimos nada”, el esposo de Asia Bibi explicó que ahora “los clérigos (musulmanes) quieren probar que el Tribunal Supremo está equivocado. Esta es una tendencia negativa. A pesar de todo esto, esperamos que el veredicto se decida por el mérito en la petición de revisión”.
“La situación actual es muy peligrosa para nosotros. No tenemos seguridad y nos estamos escondiendo aquí y allá, cambiando frecuentemente nuestra ubicación. Creo que los clérigos rodearán el Tribunal Supremo el día de la audiencia”, lamentó.
“Realmente me dará mucho miedo ir ese día, pero creo que Dios nos ha estado protegiendo y también seguirá protegiéndonos. Pongo toda mi confianza en Dios”, concluyó.
El 3 de noviembre, Joseph Nadeem, vocero de la familia de Asia Bibi, dijo al diario español ABC que salir de Pakistán es “la única garantía para ella y para su familia”. Dijo además que España podría ser una opción, “pero hasta el momento no hemos recibido ninguna propuesta de ningún gobierno”.
De otro lado, el abogado de Asia Bibi, Saiful Malook, salió ayer de Pakistán ante las amenazas de muerte que ha recibido. “Necesito seguir vivo ya que tengo que seguir peleando la batalla legal por Asia Bibi”, dijo el jurista en declaraciones a AFP.
El caso de Asia Bibi
En junio de 2009 Asia Bibi trabajaba recogiendo frutas en la localidad de Sheikhupura, cerca de la capital Lahore. Cuando se acercó a un pozo para beber, un grupo de musulmanas la acusaron de contaminar el agua por ser cristiana.
Bibi respondió a los insultos contra su fe diciendo: “Yo creo en mi religión y en Jesucristo que murió en la Cruz por los pecados de la humanidad. ¿Qué hizo su profeta Mahoma para salvar a la humanidad?".
Tras ser acusada de blasfemar contra el islam, Bibi permaneció encarcelada desde el 2009 y condenada a muerte en 2010.
A nivel internacional comenzó una campaña para lograr su liberación. El 31 de octubre pasado la Corte Suprema anuló la condena que pesaba sobre esta madre católica.
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