Con motivo del Día de todos los Fieles Difuntos, el Santo Padre celebrará una Misa en el cementerio romano de Laurentino, en la periferia romana, pero antes de comenzar la ceremonia eucarística quiso acercarse al sector conocido como “Jardín de los Ángeles”, donde están enterrados los cuerpos de niños no nacidos.
El Pontífice no ha pronunciado ningún discurso, simplemente recorrió las tumbas, ofreció un ramo de flores y rezó durante algunos minutos antes de dirigirse a la iglesia de Jesús Resucitado donde le esperaba el Vicario de Roma, Cardenal Angelo de Donatis.
El Laurentino es el cuarto cementerio romano en el que el Santo Padre celebra la Misa de difuntos. En los años 2013, 2014 y 2015 la Misa tuvo lugar en el cementerio monumental del Verano. En 2016 en el cementerio de Prima Porta, y en 2017 en el cementerio americano de la localidad de Nettuno (al sur de la capital italiana).
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