Monserrat Ayala Razo
El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, presidió la Santa Misa de acción de gracias por el aniversario 40 de la Parroquia Nuestra Señora del Rayo, ubicada en Miravalle.
Durante su homilía reconoció la participación de la comunidad que fungió como cimientos y que hasta la fecha es notoria su estabilidad.
“En una parroquia todos formamos la comunidad y el amor es el hilo conductor de nuestras acciones, de nuestro apostolado y servicio.
“Es mediante el amor que se convierten las acciones en caridad, servicio, atención, empatía y acompañamiento, virtudes que deben tener y procurar quienes integran a la comunidad parroquial”.
A los agentes de pastoral en particular, y a la comunidad en general, llamó a ser unidos siempre; a ser testimonio del amor de Dios.
“Cuando nos adueñamos de una parte de la vida comunitaria o nos queremos adueñar de la vida comunitaria estamos muy perdidos y esto no se trata de eso”.
Pidió a la comunidad, ser verdaderos misioneros y rescatar a todos aquellos quienes se alejaron de Dios o de la Iglesia, con una especial atención a la juventud, puesto que son, dijo, el futuro inmediato de la Iglesia.
“De ellos depende el futuro inmediato de la familia, de la sociedad. Vamos a mirar hacia adelante y ver qué les vamos a dejar, cómo se los vamos a transmitir, cómo los vamos a ilusionar, entusiasmar y comprometer para que sigan siendo esta gran comunidad viva”.
Llamó a todos los asistentes a orar por todos los que han puesto su granito de arena, para lograr consolidar el proyecto que nació el 4 de noviembre de 1978.
Al concluir la Eucaristía el purpurado develó una placa conmemorativa al 40 aniversario de la erección parroquial, inauguró una galería fotográfica con el caminar del proceso parroquial, con detalles de los presbíteros que formaron parte de la historia desde 1978 y bendijo las nuevas oficinas de los sacerdotes, así como la notaría.

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