Yara Martínez González
Bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM), lleva a cabo la restauración de la Catedral Metropolitana de Guadalajara que tiene grietas en los muros y techos de las torres norte y sur, en las bóvedas de sus naves, así como en el muro de la fachada norte.
A cargo de los ingenieros Roberto Meli y Abraham Suárez Ramírez, de la UNAM, los trabajos iniciaron el 13 de octubre y se planea que concluyan en, aproximadamente, tres meses. Sin embargo, por las actividades propias del recinto -que no serán suspendidas- éstos podrían extenderse dos meses más.
El Pbro. Ing. Arq. Eduardo Gómez Becerra, Coordinador Diocesano de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Guadalajara, tras informar lo anterior, descartó que las aberturas que presenta el edificio hayan surgido a partir de las obras de la Línea 3 del Tren Ligero.
“Las grietas que presenta este edificio, no son grietas nuevas; sino que han sido parte del deterioro que ha tenido la Catedral a través del tiempo. Con cada acción que se realiza en el Centro de la ciudad, éstas reconocen y vuelven a surgir porque ya han sido reparadas en otras ocasiones”.
Con el objetivo de resguardar la seguridad del inmueble y de las personas que lo visitan, se colocaron andamios que soportarán el trabajo tanto interno como externo. Además se embaló el interior de dos de las capillas y se retiraron todas las imágenes, para no sólo reparar, sino no causar otro daño.
LAS GRIETAS DE LOS MUROS Y TECHOS DE LAS TORRES
En las torres norte y sur, en cuyas bases, se encuentran la capilla del Señor de las Aguas y la capilla de los Dolores, se realiza la consolidación de las grietas que ahí se encuentran y se colocan tensores, que apoyarán el refuerzo de la parte inferior. Cabe mencionar que anteriormente, se intervino la parte superior externa a través de la implementación de tirantes y soleras en la base del cono de ambas torres.
“Ahora los trabajos se están haciendo en la parte inferior, lo que viene siendo el basamento de las torres, que son las capillas y el primer cuerpo, que en este caso, son como una especie de dos bodegas que hay arriba de las dos capillas. La colocación de los tensores es para darle mayor solidez y cohesión a la parte inferior de las torres”.
LAS GRIETAS EN LAS BÓVEDAS
DE LA CATEDRAL
Esta acción consiste en la limpieza de las grietas por medio de compresores de aire, que quitan el rastro de organismos que con el paso del tiempo se han adherido. Posteriormente se inyectan, a través de morteros, con aditamentos especiales para que sean selladas, además, se engrapan con lajas de cantera para ayudar a unirlas.
“Hay dos grietas transversales que van de norte a sur, y una que va de oriente a poniente, que son los movimientos que ha tenido el edificio. Entonces, se colocan una especie de grapas de cantera y otras de piedra laja, para que sirvan como unión en las grietas. Luego se hace la inyección de este mortero para irlas sellando y volverlas a colocar en el piso de la azotea, que son las losetas de barro, para nuevamente impermeabilizar la azotea de manera natural”.
LAS GRIETAS DEL MURO DE LA
FACHADA NORTE
La fachada norte es la que se encuentra sobre la Av. Miguel Hidalgo y Costilla. Ahí se presenta una grieta que comienza en el arco donde está la piedra clave, y sube hasta unirse y prolongarse en las bóvedas del edificio.
“En esta parte se tratará de consolidar el ‘junteado’ de las canteras a través de inyectores, con los que se podrá profundizar el mortero de manera líquida, que servirá para sellar y unir la abertura, que después se volverá a ‘juntear’ para sellar completamente. En los casos donde haya necesidad de suplir o sanar algunas canteras fracturadas se hará con el mismo tipo de piedra que se ha conseguido. Esto va a ser mínimo, sólo con algunas canteras que se hayan fracturado”.
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