“Pasado mañana será Navidad, y mi pensamiento se dirige, en particular a las familias que, en estos días, se reúnen: que viven lejos de sus padres y que regresan a casa, hermanos que tratan de encontrarse… En Navidad es bello e importante estar junto a la familia”, señaló el Santo Padre.
Sin embargo, “muchas personas no tienen esta posibilidad por diferentes motivos. Hoy querría dirigirme de modo particular a todos aquellos que están lejos de sus familias y de su tierra”.
“Queridos hermanos y hermanas, nuestro Padre celeste no os olvida y no os abandona. Si sois cristianos, os animo a encontrar en la Iglesia una verdadera familia donde experimentar el calor del amor fraterno. Y a todos los que están lejos de sus familias, cristianos o no cristianos, les digo: las puertas de la comunidad cristiana están abiertas, Jesús nace para todos y da a todos el amor de Dios”, finalizó el Papa.
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