Así lo indicó el Purpurado español en su mensaje el 30 de diciembre a los participantes del Encuentro Europeo de Jóvenes organizado por la Comunidad de Taizé.
“Como pastor de la Iglesia que camina en Madrid, en este tiempo de Navidad en que hacemos la peregrinación de confianza, quiero hacer una llamada a la alegría. Sí, a la alegría de acompañar a Jesús. Él se ha bajado a acompañarnos e ilumina nuestro camino”, dijo el Cardenal según informó la Arquidiócesis madrileña en su sitio web.
“No seamos hombres y mujeres tristes: nuestra alegría nace, como la de los pastores y los Magos de Oriente, de haber encontrado a Jesús y de experimentar que está entre nosotros”, continuó.
Tras alentar a tener un corazón grande para compartir todo, el Arzobispo resaltó que “Europa necesita jóvenes que arriesguen la vida por Cristo y en nombre de Cristo, con esa arma que destruye lo que nos separa, todo egoísmo y toda incapacidad para reconocer que el otro es mi hermano”.
“Al reunirnos en esta peregrinación, sabemos cuál es la principal contribución que podemos hacer a Europa. Somos la Iglesia que quiere ponerse a vivir el Evangelio y dar testimonio de Él, como sal y levadura del Reino de Dios, testigos del amor fraterno, de la solidaridad y del compartir”, indicó.
“Salgamos de nosotros mismos y caminemos por todas las periferias para encontrarnos con todos, pues somos imágenes de Dios, hijos de Dios y, por ello, hermanos”, animó.
El Cardenal Osoro refirió también que “peregrinar y caminar es un arte. Para hacerlo bien, hay que mirar el horizonte con los ojos de Jesús, caminar con los pies de Jesús hacia todos los caminos y dar la mano a todos los hombres”.
“Os invito a los jóvenes de Europa a hacerlo juntos con el corazón grande, la mirada atenta, las manos abiertas y los pies caminando para encontrarnos con los demás, de la misma manera que lo hace Jesús”, concluyó.
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