“Mi pensamiento se dirige, en este momento, a la población e Indonesia, golpeada con violencia por los desastres naturales que han causado pérdidas de vidas humanas, numerosos desaparecidos y personas que han perdido su hogar, además de enormes daños materiales”, dijo el Papa.
El maremoto se produjo en el estrecho de Sonda, que se para las islas indonesias de Java y Sumatra, como consecuencia de la erupción del volcán Anak Krakatoa.
Indonesia, país del sudeste asiático formado por diversas islas entre el océano Índico y el Pacífico, se encuentra en el conocido como “cinturón de fuego”, una amplia región de gran actividad sísmica y volcánica que abarca casi todas las costas del Pacífico.
Asimismo, el Pontífice invitó “a todos a unirse a mí en la oración por las víctimas y sus familias. Estoy espiritualmente cercano a los desplazados y a todas las personas sometidas a prueba. Imploro a Dios alivio en el sufrimiento. Hago un llamado para que no falte a estos hermanos y hermanas nuestra solidaridad y el apoyo de la Comunidad Internacional”.
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