Redacción ArquiMedios
El viernes 3 de mayo concluyó la CVII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano. El 2 de mayo, en rueda de prensa, los Obispos de México dirigieron un mensaje al Pueblo de Dios. Entre los temas tratados, destacaron el acompañamiento a los jóvenes, la Portección a Menores en la Iglesia, la formación de los sacerdotes y la atención a migrantes.
Sobre el primer tópico, los obispos manifestaron que se debe acompañar a los jóvenes, en particular a aquellos que sufren soledad, falta de oportunidades, abandono e incomprensión y que, por tales motivos, suelen buscar falsas “puertas de salida” como “el suicidio, las drogas, el alcohol”, siendo presa fácil de “grupos delincuenciales”.
El Secretario General de la CEM, Monseñor Alfonso Miranda Guardiola profundizó sobre este punto: “El de los jóvenes es un tema universal sobre el cual el Santo Padre ha estado insistiendo fuertemente y nosotros como Conferencia Episcopal Mexicana, los 130 obispos reunidos, lo recibimos con mucha fuerza. El equipo nacional de Pastoral Juvenil nos presentó sus planes de trabajo: la urgencia del acompañamiento en múltiples facetas de acciones centrándose también en los más vulnerables y desprotegidos, en los que están solos y sujetos a múltiples peligros o riesgos, desde las drogas o ser reclutados por grupos criminales”.
El prelado manifiesta el convencimiento de los obispos del país de la “necesidad urgente del acompañamiento uno a uno a los jóvenes” a partir de los obispos, los sacerdotes y los laicos y laicas de la Iglesia. En efecto, son muchas las dificultades que afrontan los jóvenes mexicanos hoy. A monseñor Miranda le pedimos precisar alguna de las problemáticas que perjudican el desarrollo de una juventud sana.
“En este momento, si pudiéramos precisar una, sería el no dejarlos que se alejen de la Iglesia y lo que tiene que ver con la falta de valores o principios, que lamentablemente los orillan a las drogas, a no tener la suficiente capacidad para ir a la escuela o para conseguir un trabajo y quedarse en su aislamiento, en su soledad o incluso en algún tipo de depresión. Nuestra apuesta son los principios y la familia como lugar donde podemos ayudarlos a que redescubran o recuperen el sentido de la vida y los valores por los cuales hay que apostar con toda la fuerza, y esto, obviamente, a través del acompañamiento personal”.
Protección de Menores en la Iglesia
Otro tema de relevancia que se abordó durante la Asamblea fue la Protección de Menores en la Iglesia. México es uno de los países que más pasos ha dado hacia adelante en relación a la protección de menores. El Secretario General de la CEM se refiere a uno más de ellos:
“Con mucha alegría les damos a conocer que se aprobó ayer (1 de mayo) el Plan Estratégico de Protección de Menores con cinco objetivos y con 25 acciones concretas. Es algo muy importante que nos hace muy felices en México, porque todos los obispos no son solo corazón: queremos no solamente expresar nuestra preocupación sino actuar”.
Algunas de las acciones – precisa el prelado – son crear las comisiones diocesanas de protección de menores en todo el territorio nacional. En este momento tenemos cinco instituidas y prácticamente estamos por decretar otras cinco más, para un total de 10 comisiones de las 98 diócesis del país.
“Ha sido un trabajo muy bonito el día de ayer: todos uniendo fuerzas para que este tema progrese, no tengamos ningún caso más, y, si sucedieran, para que sean debidamente tratados tanto por la justicia civil mexicana, como por el derecho canónico”, añade.
Formación del clero
La formación del clero ha sido otro de los ejes temáticos del Mensaje al Pueblo de Dios de los obispos, quienes se comprometen aún más en el acompañamiento al mismo, ante los desafíos del cambio de época. El prelado subrayó la importancia de adaptarse “con una mayor velocidad que en el pasado”:
“En México es una prioridad y pasa por la recepción de los muchachos en los seminarios, la formación inicial, la formación durante el seminario y la formación permanente; todo esto desde el encuentro con Jesucristo para la formación plena de un sacerdocio, de una persona, que pueda expresarse en los frutos en las comunidades”.
Atención a migrantes
El tema de los migrantes, un tema que está en el corazón del Papa Francisco y que en el país se vive muy intensamente con la llegada masiva de caravanas proveniente de Centro América: en el mensaje, los obispos han confirmado la necesidad de una “Iglesia Samaritana que alivie el dolor de los verdaderos migrantes”. Desde el punto de vista de la Iglesia, Monseñor Miranda considera relevante “la atención al migrante según los criterios evangélicos”:
“En primer lugar – dice – verlos como hijos de Dios, porque eso se pierde de vista; la atención a ellos en cuanto a las necesidades básicas que son medicina, alimentación, vestido y techo”. “Nos preocupa la manera en que están siendo tratados por la sociedad, como personas de peligro o personas de mal. Queremos más bien tener una campaña para no discriminar y para no criminalizar”, afirma. “Sabemos que puede haber gente que se aproveche de ellos tanto en México como en las mismas caravanas. Pero no podemos tratar a todos como si fueran gente de mal. Al contrario, la mayoría de la gente es gente de bien y gente en grave necesidad; desde niños acompañados o no, mujeres solas, embarazadas, gente mayor. Necesitamos entender que son hijos de Dios y son personas en necesidad”.
Precisamente el jueves 2 de mayo, el Papa Francisco dirigiéndose a los participantes en la Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, afirmó que “la Iglesia observa con preocupación el resurgimiento, en casi todas partes del mundo, de corrientes agresivas hacia los extranjeros, especialmente los inmigrantes”. Le preguntamos al obispo si es una situación que se visualiza en su país:
“Por supuesto que sí. Por décadas México ha sido lugar de tránsito en el pasado, y hoy es lugar también de destino. Ahora es cuando, por estas caravanas que recientemente desde octubre han empezado a transitar las comunidades en muchas partes del país, al verse rebasadas, o al ver caos o descontrol en los pueblos y en la ciudades, al ver tanta gente sin ocupación o que se concentra desordenadamente en los lugares, empieza manifestar rechazo fuerte, incluso con palabras agresivas. Lamentablemente sí, se ha visto esto en México y como Iglesia hemos querido ofrecer lo contrario, es decir, una campaña para mirar ‘bien’ a los migrantes y poder ayudarlos”.
Finalmente, los obispos manifestaron el gozo y la gracia por la beatificación, este 4 de mayo, de Concepción Cabrera de Armida, “ejemplo de mujer, esposa, madre y apóstol”: “se trata, – dice – de un acontecimiento nacional, en el que habrá una gran representación de obispos mexicanos además de sacerdotes e innumerables fieles de todo México y más allá de él”. (Vatican News).
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