Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
«Cristiano, reconoce tu dignidad»
I. LA PALABRA DE DIOS
Sb ll, 23-12,2: Te compadeces, Señor, de todos, porque amas a todos los seres
Sal 144, 1-2.8-9.10-11.13cd-14: Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi Rey
2 Ts 1, 11-2,2: Que Jesús nuestro Señor sea vuestra gloria y vosotros seáis gloria de él
Lc 19, 1-10: El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
Sal 144, 1-2.8-9.10-11.13cd-14: Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi Rey
2 Ts 1, 11-2,2: Que Jesús nuestro Señor sea vuestra gloria y vosotros seáis gloria de él
Lc 19, 1-10: El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
II. LA FE DE LA IGLESIA
«Cristo Jesús hizo siempre lo que agradaba al Padre. Vivió siempre en perfecta comunión con El. De igual modo sus discípulos son invitados a vivir bajo la mirada del Padre ``que ve en lo secreto' para ser ``perfectos como el Padre celestial es perfecto'» (1693).
«La referencia primera y última de esta catequesis (sobre la vida de Cristo, la vida moral) será siempre Jesucristo que es ``el camino, la verdad y la vida'. Contemplándole en la fe, los fieles de Cristo pueden esperar que El realice en ellos sus promesas, y que amándolo con el amor con que El nos ha amado realicen las obras que corresponden a su dignidad» (1698).
III. TESTIMONIO CRISTIANO
«Cristiano, reconoce tu dignidad. Puesto que ahora participas de la naturaleza divina, no degeneres volviendo a la bajeza de tu vida pasada. Recuerda a qué Cabeza perteneces y de qué Cuerpo eres miembro. Acuérdate de que has sido arrancado del poder de las tinieblas para ser trasladado a la luz del reino de Dios» (S. León Magno) (1691).
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
La reflexión sapiencial describe la infinita misericordia y bondad de Dios Padre sobre los hombres.
Antes de llegar Jesús a Jerusalén pasó a Jericó; allí mostró una vez más su misericordia acercándose al pecador más marginado, al jefe de los recaudadores y provocando su conversión.
Comienza la lectura de la segunda carta a los Tesalonicenses que trata sobre el fin de los tiempos. Su lectura cerrará los domingos del TIEMPO ORDINARIO.
B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica
La fe:
La vida en Cristo: 1691-1696.
La respuesta:
La catequesis sobre la vida moral: 1697-1698.
C. Otras sugerencias
Hoy recapitulamos las enseñanzas morales que hemos recorrido en los domingos del TIEMPO ORDINARIO a partir del episodio de la conversión de Zaqueo. Pues en él descubrimos:
A Cristo, imagen perfecta del amor misericordioso de Dios proclamado en la primera lectura.
Al pecador que recibe el abrazo del perdón y la llamada a la conversión.
La vocación del convertido: Ser como el Señor que le ha perdonado: compasivo y misericordioso. La vida en Cristo o vida moral tiene estos mismos principios:
Ser perfectos como el Padre celestial es perfecto.
En Cristo está el Camino, la Verdad y la vida.
El Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, nos da la dignidad de participar de la misma naturaleza divina y vivir como El.
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