La doctrina de la Iglesia es nítida y por eso debe mostrarse límpida a los ojos de los hijos de Dios

Triste época en la que el hombre que, aquí, en España, salvó de la muerte a miles de católicos sea tenido como un monstruo.

Aquel que siempre fue fiel a la enseñanza de la Iglesia ha sido considerado como una vergüenza que hay que esconder.

Por el contrario, se premia la disidencia y otras cosas de las que prefiero no hablar.

Estos días mi teléfono ha recibido llamadas y más llamadas de gente herida, desorientada, alguno casi llorando.

Todo lo que he dicho en el pasado sobre el papado lo sostengo. Pero también sostengo la infinidad de posts en los que hablé de los límites del papado. Precisamente por ser yo poco sospechoso de no ser reverente del primado de Pedro, no he dudado en hablar de hasta dónde no llega la asistencia del Espíritu Santo al sucesor de Pedro.

No hace falta decir más. El papado es lo que siempre he enseñado que es a los fieles que me han querido escuchar. No es menos, pero tampoco más.