Los activistas afirman que nacieron mujeres pero no se identifican como una, y que todavía siguen utilizando los productos de higiene femenina.
Según los informes, la decisión de P&G, que produce toallas higiénicas Always, fue tomada a partir del tuit del activista transexual “Melly Boom” del 12 de julio del 2019, que decía: “¿Podría alguien de Always decirme por qué es imprescindible tener el símbolo femenino en producto higiénicos? ¡Hay personas no binarias y trans que todavía necesitan usar sus productos también lo saben!”.
Otro tuit, publicado un día después por otro usuario, se dirigió a Always para decirle que “hay hombres trans que tienen períodos”.
“Hola Always, entiendo que a ustedes les encanta la positividad de las chicas, pero comprendan que hay hombres trans que tienen períodos, y si pueden hacer algo al respecto del símbolo en envoltorio de su toalla, estaría feliz. Odiaría que los transexuales se sintieran disfóricos”, dijo.
Otro activista, Ben Saunders, presentó una queja similar en junio del 2019.
En respuesta, Always dijo que eliminaría el símbolo de su embalaje a partir de diciembre de 2019 y que se espera una distribución completa para febrero de 2020.
“Durante más de 35 años, Always ha defendido a las niñas y las mujeres, y continuaremos haciéndolo. También estamos comprometidos con la diversidad y la inclusión y estamos en un viaje continuo para comprender las necesidades de todos nuestros consumidores”, dijo P&G el martes 22 de octubre en un comunicado citado por medios internacionales.
Sin embargo, la medida no fue bien recibida y en redes sociales los usuarios crearon el hashtag #BoycottAlways con el fin de boicotear la marca y cambiarla por otra que no “borre” a las mujeres.
Activistas feministas también se sintieron afectadas con la decisión de P&G. Por ejemplo, Julie Bindel dijo a The Daily Mail que “eliminar el símbolo femenino del empaque de toallas higiénicas es básicamente negar la existencia de mujeres”.
“Ahora estamos avanzando hacia la eliminación total de la biología femenina. El símbolo de la mujer ha sido utilizado por las feministas durante décadas. Esto es pura cobardía y señal de virtud de estas grandes marcas corporativas que están capitulando ante la agenda trans”, declaró.
Otra activista, Lizzi Watson, dijo: “Las mujeres biológicas deberían boicotear la marca, entonces podrían darse cuenta de que las mujeres reales también tienen sentimientos, que de alguna manera han ignorado”.
Por otro lado, entrevistada por ACI Prensa, la líder provida y profamilia Giuliana Caccia, dijo que este tipo de acciones de empresas como P&G que intentan ser “inclusivas” o de “mente abierta”, “ya está demostrado que no trae buenos resultados, porque las personas tienen sentido común”.
“Me parece que es una marca poco seria porque solamente está respondiendo a presiones ideológicas, y eso me hace pensar que las personas que manejan esa marca simplemente no tienen los criterios como para darme confianza”, aseguró la directora de FAM y magíster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra (España).
Asimismo, recordó el caso de Gillete sobre el comercial producido este año sobre masculinidades tóxicas, y que sus informes reportaron caídas en las ventas por haber recurrido a un recurso ideológico “que no responde a la realidad” y cuya “respuesta no es efectiva hacia el público objetivo”.
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