La iniciativa nace de la necesidad de brindar una sepultura digna a aquellos bebés que por diferentes circunstancias no llegaron a nacer; siendo una obra de misericordia corporal, que posee una fuerte dimensión espiritual, al ampliar el acto de rezar por el alma de los difuntos.
Esta idea, complementa el trabajo que realiza Proyecto Esperanza, apostolado que acoge y acompaña a aquellas madres que perdieron a sus bebés por un aborto inducido o espontáneo, siendo parte de este proceso de acompañamiento, la reconciliación y el encuentro de la familia con el hijo que no pudo nacer.
La Junta de Beneficencia de Guayaquil, quienes ya brindaban este servicio social para los no nacidos, destinó un lugar especial y construyó un bloque de bóvedas con capacidad para 24 nichos donde “serán sepultados los bebés NN que la institución reciba para este fin”.
La inauguración y bendición de este pabellón se realizará el 5 de noviembre en el Panteón Metropolitano, ubicado en el kilómetro 8 Vía Perimetral y Av. del Bombero, con la celebración de la Misa en memoria de los bebés no nacidos.
La Eucaristía será presidida por el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera, en el marco de la conmemoración de los Fieles Difuntos.
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