En declaraciones a ACI Prensa, Brenda del Río, fundadora y directora de la Campaña Nacional por la Vida Que Viva México, señaló que “las mexicanas que trabajamos en la causa pro mujer nos deslindamos de los actos terroristas que desde finales de noviembre un puñado de mujeres, entre ellas argentinas y venezolanas, han provocado haciendo la toma desde esa fecha del Congreso del Estado de Quintana Roo”.
Las violentas feministas, denunció, “han acampado dentro del recinto, impidiendo trabajos legislativos. Se han hecho acompañar de perros para presentarse aún más desafiantes”, y además “amenazan a legisladores de no aprobar el derecho al aborto”.
Para Del Río, los “responsables directos” del violento accionar de las feministas son los diputados locales Ana Pamplona y José Luis Guillén, que han presentado iniciativas para despenalizar el aborto libre hasta las 12 semanas de gestación en Quintana Roo.
La líder provida mexicana señaló que ambos parlamentarios han permitido que se envíe a la sociedad el mensaje de que “si se quiere avanzar en una causa social, lícita o ilícita hay que vandalizar, amenazar, tomar edificios públicos y llevar a la fuerza a los legisladores a cumplir una agenda internacional que es ajena a los principios de México. Esto equivale a la promoción de la violencia”.
Las feministas tomaron por primera vez el Congreso estatal en noviembre de 2020, exigiendo la aprobación de proyectos de ley que buscan despenalizar el aborto libre hasta las 12 semanas de gestación. Aunque se comprometieron a abandonar las instalaciones a inicios de febrero, reforzaron su ataque luego de que los parlamentarios provida lograron frenar temporalmente este intento el 24 de febrero.
Las violentas activistas, usando capuchas, han realizado diversas pintas y han causado diversos destrozos en la sede legislativa de Quintana Roo.
Recientemente reemplazaron la bandera de México en el Congreso de Quintana Roo por un trapo verde, símbolo de los promotores del aborto, que el Ejército mexicano retiró el 26 de febrero.
“¿Es realmente un problema de salud las 7 mujeres de ese estado que el año pasado fueron a abortar a la Ciudad de México? Por supuesto que no lo es. Lo que sí es una vergüenza en Quintana Roo, y lo denunció (la periodista) Lydia Cacho desde 2011, es la trata de niños en Playa del Carmen, en donde proxenetas rentan a niñas y niños mexicanos por horas o hasta días a europeos, americanos y canadienses”, dijo.
“Esto incluye la localidad de Cancún. ¿Qué hacen las pañoletas verdes por estos niños? Si cada día prostituye a 30 niños, si multiplicamos por 365 días por año, ¿cuántas veces habrán lastimado niños en un año? ¿A quién ayudas con el aborto legal y gratuito?”, cuestionó.
El aborto legal, continuó la líder provida, favorece “a los proxenetas, que cuando se les embaraza una niña, el sector salud les resuelve el problema y las tienen listas para el día siguiente a ser prostituidas”.
Del Río subrayó que “queremos un México donde realmente las mujeres accedamos a la verdadera salud y la verdadera justicia”.
“¿Qué necesitamos urgentemente legalizar en México? La maternidad. Las obreras que están embarazadas son despedidas del trabajo. Las mujeres embarazadas son abandonadas por el varón. Las mujeres pobres son presionadas en las clínicas para esterilizarse temporal o definitivamente. Las estudiantes embarazadas no cuentan con guarderías en las preparatorias o en la universidad”, señaló.
“Las mexicanas no podemos permitir que, desde el extranjero, nos cambien las leyes tratando de matar a la nación (que viene de nacer) vistiéndose de grupos minúsculos de mexicanas, con el rostro cubierto como un ladrón, amenazantes contra nuestros legisladores. ¡Queremos que Viva México!”, finalizó.
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